Reformas sin resultados: presupuesto 2025 aumenta gasto sin mejorar eficiencia

Santo Domingo, 20 agosto. — El Presupuesto General del Estado para 2025 arribó acompañado de una nueva ola de reformas administrativas y del discurso oficial de un gasto más eficiente. No obstante, la realidad fiscal parece contradecir estas intenciones.

Según un trabajo del periódico El Caribe, las fusiones y eliminaciones de instituciones no se han traducido en ahorros reales, mientras las prioridades gubernamentales se multiplican sin recibir el respaldo financiero necesario.

El Centro de Estudios Económicos y Sociales Padre José Luis Alemán, S.J., a través de su Equipo de Análisis Económico (EAE), examinó cuidadosamente la pieza fiscal y concluyó que los objetivos anunciados por el Gobierno probablemente no podrán materializarse bajo las condiciones vigentes.

Su informe, titulado Presupuesto General del Estado 2025: Una Segunda Lectura, publicado en el Reporte de Economía Dominicana (RED), sostiene que las medidas adoptadas “no han dado los frutos esperados” y que el diseño presupuestario carece de un enfoque estratégico claro.

Prioridades dispersas y sin enfoque

El análisis destaca una diferencia significativa con los presupuestos anteriores a 2020, que generalmente establecían entre tres y cinco prioridades claras. En contraste, el PGE 2025 presenta 12 ejes prioritarios, lo que debilita la función del presupuesto como herramienta de política fiscal.

“Cuando todo es prioritario, en realidad nada lo es”, advierte el documento, citando al consultor en gestión Jim Collins.

Las áreas identificadas como prioritarias incluyen salud, educación, seguridad social, turismo, transporte, reforma policial, vivienda, inclusión social y modernización administrativa.

Sin embargo, el análisis del EAE subraya que estas intenciones pocas veces se reflejan en asignaciones reales dentro de los montos presupuestarios, lo que limita su impacto en la ejecución del gasto.

Reformas administrativas sin ahorros tangibles

Uno de los pilares del discurso oficial ha sido la reducción de organismos y eliminación de duplicidades. La denominada “primera ola de reformas”, implementada en 2020, incluyó medidas como la supresión del Despacho de la Primera Dama, la eliminación de la OISOE y del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), cuyas funciones fueron trasladadas al nuevo Ministerio de la Vivienda, Hábitat y Edificaciones (Mivhed).

También se liquidaron la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y Procomunidad, además de fusionar el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) con la Dirección General de Bienes Nacionales.

No obstante, y a pesar de estas acciones, el Centro José Luis Alemán señala que las fusiones no implicaron verdaderos ahorros. En particular, el Mivhed absorbió un presupuesto combinado de RD$10,469.9 millones provenientes de OISOE e INVI, pero en lugar de una reducción, recibió un incremento de RD$7,855.6 millones, lo que supone un aumento del 75 % en recursos para el ministerio en 2022.

Las desapariciones de entidades con presupuestos menores tampoco reflejaron impacto significativo. La supresión del Despacho de la Primera Dama apenas representó el 0.12 % del gasto total, mientras Procomunidad aportó apenas el 0.01 % de reducción.

Segunda ola de reformas: más gasto, no menos

En septiembre de 2024, el Gobierno anunció una “segunda ola de reformas” destinada a reestructurar y modernizar la Administración Pública, prometiendo optimizar el gasto y redirigir recursos hacia sectores prioritarios. Sin embargo, los datos del PGE 2025 muestran lo contrario.

La fusión del Ministerio de Educación (MINERD) y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) derivó en un incremento conjunto de RD$14,858.3 millones con respecto al presupuesto de 2024. La asignación, que ascendía a RD$317,825.7 millones, pasó a RD$332,684.0 millones en 2025, lo que representa un alza del 4.7 %. Dentro de ese monto, MINERD creció un 4.3 %, mientras que MESCyT lo hizo en un 9.9 %. Entre 2019 y 2025, el gasto de ambos ministerios ha rondado el 4.1 % del PIB, lo que sugiere que la integración no fue una medida de ahorro sino la creación de mayores compromisos financieros.

En cuanto a la fusión entre el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), el presupuesto consolidado para 2025 es de RD$25,467.0 millones, lo que implica una reducción de RD$1,586.8 millones (-5.9 %) con respecto a 2024. Sin embargo, al analizar detalladamente las partidas, el estudio detecta un incremento en remuneraciones y contribuciones en ambos organismos, lo que contradice los objetivos de eficiencia salarial.

En Economía, las remuneraciones aumentaron un 6.3 %, mientras que en Hacienda el alza fue del 2.8 %.

Objetivos oficiales vs. limitaciones reales

El diseño del Presupuesto 2025 está sustancialmente arraigado en objetivos tales como mantener el déficit fiscal en el 3.0 % del PIB y garantizar la sostenibilidad macroeconómica.

También contempla, entre otros fines: proteger los ingresos de 1.5 millones de familias mediante el programa Supérate, mejorar servicios en salud, educación, transporte y seguridad, e impulsar proyectos productivos en turismo y desarrollo territorial.

No obstante, el EAE advierte que estas ambiciones chocan con una realidad estructural marcada por rigideces en el gasto corriente y un espacio fiscal cada vez más reducido. Remuneraciones y compromisos de deuda consumen una parte cada vez mayor del presupuesto disponible .

Proyecciones optimistas y riesgos reales

El estudio del Centro José Luis Alemán también señala que las proyecciones macroeconómicas del presupuesto —un crecimiento económico esperado entre 4.50 % y 5.00 %, con un escenario central en 4.75 %— resultan “excesivamente optimistas” a la luz de la volatilidad registrada en los últimos años tras la pandemia.

Entre 2020 y 2024, la economía dominicana mostró un comportamiento errático, con un pico del 12.3 % en 2021 debido al rebote económico, pero con dificultades para mantener dos años consecutivos de expansión cercana al 5 % .

Para 2025, estas estimaciones se enfrentan a desafíos sustanciales: la desaceleración de Estados Unidos (principal socio comercial), tensiones geopolíticas persistentes y la posibilidad de que las tasas de interés internacionales permanezcan elevadas por un tiempo prolongado.

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