Altas tasas y bajo crecimiento: limitaciones del estímulo monetario

Ramón Núñez Ramírez

En las dos últimas décadas la política monetaria no había enfrentado tantos retos simultáneos: un entorno internacional con incertidumbres, altas tasas de interés en los EE. UU., desaceleración del crecimiento, bajo gasto de capital, tasas de interés inflexibles a la baja y un tipo de cambio inestable.

El Banco Central ha cambiado de postura monetaria, a veces entre periodos muy breves, y eso posiblemente ha contribuido a crear dificultades para la transmisión de las medidas monetarias.

En 2020 se justificaba una inyección de liquidez debido al cierre económico por la pandemia, el estímulo, quizás muy grande, fue de RD$215 mil millones, y si bien la economía decreció -6.7%, se evitó el deterioro de la cartera de préstamos.

Como no hay almuerzo gratis en economía, esa inyección de liquidez aportó el componente interno a una inflación proveniente de un choque externo post pandemia. La mejor prueba fue la inflación subyacente o inflación de tipo monetario que alcanzó 6.87% en 2021 y 6.56% en 2022, frente aumentos del Índice de Precios al Consumidor de 8.5% en 2021 y 7.83% en 2022.

En 2021 y 2022 la política monetaria fue restrictiva, lo cual no impidió una recuperación del crecimiento en 2021, con su componente de rebote estadístico, y en 2022.

La restricción monetaria y el descenso de los precios mundiales permitió llevar la inflación al 4% en mayo 2023, pero el costo de la restricción fue desaceleración con un crecimiento a junio 2023 de 1.8%.

La respuesta fueron los esteroides monetarios por un monto de RD$205 mil millones, sin embargo, la economía concluyó con un crecimiento de 2.2% y la Tasa Activa Promedio Ponderada no descendió de 15%.

Para finales de 2024 se habían colocado RD$200 mil millones del paquete anterior y en noviembre la JM liberó RD$35 mil millones para el sector construcción y no fueron redimidos RD$140 mil millones en certificados, a pesar de que la economía se encaminaba a crecer 5.0%.

Llega el 2025 y se acelera la depreciación del peso y en el mes de marzo la anualizada fue de 7.0%; de nuevo política restrictiva y el 24 de marzo 2025 se emitieron tres resoluciones dirigidas a los bancos, con un éxito tal que en abril la apreciación del peso fue de 6.95%.

La flexibilidad monetaria no estimuló la economía en 2025 y a junio el crecimiento acumulado es de 2.4%. En ese mes inyecciones monetarias por RD$81 mil millones entre encaje legal y otras partidas; retorna la inestabilidad en el mercado cambiario y entre el 30 de junio 2025 y el 19 de agosto el tipo de cambio ha aumentado de 60.08 a 62.53 para una depreciación de 4.1%. ¿Cuándo volverán las medidas restrictivas?

La Tasa de Política Monetaria, “el santo grial” de la Política Monetaria, ha dejado por el momento de ser una tasa de referencia para las operaciones interbancarias o las tasas activas y pasivas, pues con una TPM de 5.75%, la tasa de interés interbancaria en préstamos entre 1-7 días es de 11.59% en agosto (aunque llegó a 14.27% en junio), mientras la TAPP no baja de 15%.

En las actuales circunstancias el Banco Central no puede estimular la economía porque se dispara el tipo de cambio y está obligada a mantener altas tasas de interés, por las prevalecientes en los EE. UU., para evitar fuga de capitales.

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