Nueve años de ausencia fisica y cien años con Fidel
Miguel Mejía
Hace nueve años de la ausencia física de Fidel Alejandro Castro Ruz, cuyo fallecimiento ocurrió el 25 de noviembre de 2016 y desde ya estamos celebrando el centenario de su natalicio hacia el 13 de agosto del próximo año 2026. Para unos resultaría paradójico que nos refiramos a los nueve años de ausencia física y a cien años con Fidel, porque quizás esos no alcanzan aún a ver y a valorar la dimensión política de esta figura que salió de las fronteras de la patria que le vio nacer para irradiarse en el mundo.
El pensamiento político de este líder alcanza una amplitud y profundidad que ha llevado a un sin número de analistas políticos e intelectuales a hablar de la “confianza política en Fidel Castro” cuando desmenuzan la vigencia de sus ideas, frases, conceptos, sobre todo el de Revolución, delineados en cada una de sus expresiones discursivas, coloquiales, en los que se conjugan diversas dimensiones que constituyen una de las bases más elevadas de la política ideológica y cultural cubana e internacionalista.
Su pensamiento se ha transformado en una materia filosófica de alto potencial educativo, cultural y humanista que atraviesa toda actuación favorable a las causas justas, libertarias, populares y revolucionarias. Y esto se preocupaba mucho en darlo a entender y a aprender a su pueblo a través de sus propios actos. Tan seguro de esta formación estaba que en reiteradas ocasiones expresó “…el pueblo cubano se caracteriza por su elevado nivel de cultura…”
Desde mi experiencia en las oportunidades que tuve de cerca con este Maestro, pese a la diferencia generacional, mi sentimiento, pensamiento y convicción revolucionaria fueron impactados de una manera impresionante, y no es que me considero uno de sus discípulos aventajados como son muchos, pero sí un alumno dedicado a estudiar su ejemplo, que sin dudas es para generaciones y generaciones.
Me honra formar parte del Comité de Honor Homenaje al Centenario del comandante en jefe Dr. Fidel Castro Ruz, cuyo distintivo recibí la pasada semana de manos del Embajador de la República de Cuba en nuestro país, compañero Ángel Arzuaga, y compartir tan digna distinción con una diversidad de personalidades políticas, sociales, académicas, de la jurisprudencia, el arte y la cultura, como el doctor Ramón Antonio -Negro- Veras, copresidente de él.
En el contexto de la actual coyuntura nacional e internacional que mantiene a la humanidad bajo las alertas y amenazas por conflictos bélicos, migraciones forzadas, presiones arancelarias, disputas geopolíticas, violencia de todo tipo, y, muy particularmente la amenaza intervencionista y militarista estadounidense en las aguas territoriales del Caribe y el Pacífico, con un despliegue naval de alto calibre que pone bajo riesgo la paz y soberanía de nuestros pueblos, especialmente de Venezuela, nación que Estados Unidos y su presidente Donald Trump la han convertido en el blanco preferido de sus amenazas guerreristas, es oportuno y necesario, evocar el pensamiento de Fidel sobre la independencia, soberanía, el desarme nuclear, el humanismo, la solidaridad, el respeto al derecho internacional, la firmeza ideológica, el sacrificio, la audacia e inteligencia, la unidad, el antimperialismo y anticolonialismo, y, entre otros, la paz.
En la lucha permanente y sistemática contra esa situación, contra la guerra y por la paz en soberanía, asumir el concepto de Revolución es una tarea: “…es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad; es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.”
La vigencia del pensamiento de Fidel ante los retos y desafíos que viven los pueblos de Nuestra América, acompaña y acompañará siempre la ruta en el camino de todos los que, sustentados en la vocación de servicio, el sacrificio, la ética y la moral revolucionaria, unen voluntades tras la defensa de la soberanía y la paz. Por eso se ha posicionado la frase: Fidel por siempre, nacida del sentimiento del pueblo cubano para los pueblos del mundo.
En este noveno aniversario de su partida física le rendimos tributo celebrando cien años con Fidel.
El Caribe

