¿Guerra psicológica para hacer crecer el PIB?
Franklin Almeyda Rancier
¿Qué origina la guerra de Ucrania? Sus conflictos internos tenían varios años y fueron interesando a la comunidad europea, hasta el punto que el 10 de diciembre de 2019 que Putin y Zelenski, presidente de Ucrania, firman un acuerdo de paz.
Justamente para esa fecha se da a conocer el brote del Covid-19, declarándose al año siguiente oficialmente por la OMS una pandemia al año siguiente 2020. Al 16 de marzo 2022, hubo más 463 millones de contagiados y más de seis millones de fallecidos (FMI). Desde entonces, han transcurrido más de dos años de pandemia del Covid-19, teniendo no sólo consecuencias sanitarias y pérdidas de vidas, sino que ha afectado la economía mundial.
Las proyecciones de crecimiento de la economía mundial es 5.9 para 2021, 4.4 para 2022, 3.8 para 2023; economías avanzadas 5.0 para 2021, 3.9 2022, para 2.6 2023; Economías de Mercados Emergentes y en Desarrollo 6.5 2021, y 4.8 2022, y 4.7 2023. A este pronóstico de crecimiento reducido, se suma que los cinco países más importantes en la industria y exportación de armas y de economías avanzas, presentan significativas deudas y déficits en relación a sus respectivos PIB.
En 2021: EE.UU el 133.92% deuda y -14.85% déficit, crecimiento 5.6% y para 2022 el 4.0%; Rusia el 19.28% deuda, -4.02 déficit, crecimiento 4.5% y 2.8% para 2022; Francia el 1115% deuda y -9.10 déficit, crecimiento 6.7% y 3.5% para 2022 ; Alemania el 68.70% deuda y déficit -4.30%, crecimiento 2.7% y 3.8% para 2022; China deuda 57.12%, déficit -6.34%, crecimiento 8.1% y para 2022, 4.8%.
Obviamente, EEUU es el país con mayor desequilibrio económico y con la mayor industria y exportación de armas; los restante cuatro países productores de armas (Rusia, Alemania, Francia y China), sus economías pronostican menos riesgos.
La guerra en Ucrania se ha convertido desde el 2020, en el centro de un ambiente psicológico de guerra mundial; obsérvese que se habla de guerra psicológica, aunque para darle mayores pábulos hay penosamente muertos en Ucrania y privaciones de servicios, accesos a franquicias estadounidenses en Rusia y de combustible ruso a EE.UU. y Europa.
Ha habido llamados insinuantes en este sentido. El periódico New York Times, ha recogido de columnistas propios y hasta comentarios propios, como este:
“15 de marzo de 2020
El Times ha enviado decenas de reporteros, fotógrafos, videógrafos, periodistas de audio, escritores y otros a Ucrania y a los países vecinos para producir cobertura independiente, y en tiempo real del conflicto y sus repercusiones en la región. Los periodistas del Times atestiguan los hechos en el terreno con profundidad cuando se producen, reportan desde los campos de batalla, hospitales, refugios anti bombas improvisados y ciudades en disputa”.
Dicho con pocas palabras, lo que informa es independiente y sus informaciones se sujetan a los hechos.
Es una guerra situada en un contexto mundial, con el propósito de hacer crecer el Producto Interno Bruto de los países con industrias bélicas, afectando vidas en Ucrania y mucho pánico y estrés tóxico en el mundo, por temor a una tercera guerra mundial. Traerá inevitablemente el surgimiento de otra moneda de uso entre países asiáticos y de Rusia, lo que podría afectar al sistema financiero dominante.