Abinader y la desinformación

J.C. Malone

Lo único más mentiroso que un político, son muchos políticos, los partidos políticos son asociaciones de mentirosos vulgares.

Decir “politicos mentirosos” es redundante, decir “políticos honestos” es contradictorio.

Cuando nuestros políticos legislan para “salvarnos” de las mentiras, llamadas “noticias falsas”, nació la Ley 1-24.

Combatiendo “noticias falsas” los políticos buscan monopolizar la mentira.

Así como los médicos tienen el derecho exclusivo de recetar medicamentos controlados, los políticos reclaman el derecho exclusivo de mentir descaradamente, para construir una “sociedad civilizada, organizada”. Y crearán una disciplina académica, la “mentirología”, la “ciencia que estudia las mentirosas noticias falsas, divididas en tres grandes grupos”.

La “Información Errónea” es una noticia falsa difundida sin “intención lesiva”, por ejémplo el reportero se equivocó anotando un número de matrícula.

La “Desinformación: es creada y compartida con intenciones dañinas”.

Por ejemplo, el presidente Luís Abinader recibe “reconocimiento por avances que ha logrado en la reforma de la policía nacional y la seguridad de la nación dominicana”. Lo “reconoció” una organización fantasma neoyorquina.

Abinader “inaugura” la presa de Monte Grande y otras obras inconclusas, constituyen “desinformación”, creada con “intenciones dañinas”, para hacernos creer que esas mentiras eran verdades.

Y la peor, la “Malainformación, es el intercambio de información genuina con la intención de causar daño”, desnudar la noticia falsa oficial, es extremadamente dañino, la verdad “daña” la democracia.

Abinader, debemos aclarar, no es “malo”, tampoco es “mentiroso”, simplemente es un político profesional. Entre sus asesores más confiables está un ferviente admirador de Joseph Goebbels, el propagandista de Adolfo Hitler, quien le recomendó a su jefe, “miente, miente que algo quedará”. ¿Entonces, debemos creer en los altos porcentajes en las preferencias electorales de Abinader, según encuestas pagadas por Abinader?

Responderé con este verso del viejo tango de Roberto Grela, Las cuarentas: “Hoy no creo ni en mi mismo, todo es truco, todo el falso”. Los creyentes en esas encuestas, cantarían el bolero de Victor Yturbe, Miénteme: “y que más da, la vida es una mentira, miénteme más, que me hace tu maldad feliz”.

Listín Diario

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