Adolfo Pérez Esquivel recibe el alta de su hospitalización por un ACV

Buenos Aires, 4 ene (EFE).- El premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, recibió este martes el alta del hospital donde permanecía ingresado desde el pasado sábado tras haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, informaron familiares del reconocido activista por los derechos humanos.

«Queremos comentarles que Adolfo ya ha sido dado de alta y se encuentra camino a Buenos Aires para continuar con su recuperación», dijo la familia de Pérez Esquivel a través de las redes sociales.

Pérez Esquivel, de 90 años y presidente de la organización humanitaria Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), había sido ingresado el pasado sábado en el Hospital Privado de Comunidad de la ciudad argentina de Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires) tras haber sufrido un ACV isquémico.

Según el último parte médico difundido este mismo martes por la familia del activista, Pérez Esquivel se encontraba «clínicamente estable, lúcido y con muy buena evolución de su cuadro».

Hijo de un inmigrante gallego y una argentina descendiente de guaraníes, Pérez Esquivel nació en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1931.

En 1974, junto a diversos grupos cristianos ecuménicos, creó el Serpaj.

Unos años después, participó en la conformación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, organización que cumplió un rol fundamental en el registro de denuncias y testimonios de familiares de desaparecidos y otras víctimas de la dictadura en Argentina (1976-1983).

En 1976, con el objetivo de diseñar programas para el desarrollo de comunidades originarias y otros grupos necesitados de Latinoamérica, comenzó a recorrer diferentes países.

El 4 de abril de 1977 fue detenido por el régimen militar argentino y estuvo encarcelado durante 14 meses en los que sufrió torturas.

Por la presión internacional fue liberado en 1978, cuando el país celebraba el Mundial de fútbol.

En 1980 fue reconocido con el premio Nobel por su aporte al establecimiento de la paz, la justicia y la defensa de los derechos humanos de forma no violenta en Argentina y Latinoamérica.

Tras recibir el Nobel, Pérez Esquivel fue miembro del Comité Ejecutivo de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de la ONU y también participó en diversas misiones internacionales y en campañas de resolución de conflictos.

A sus 90 años, Pérez Esquivel continúa su labor por los derechos humanos en la Fundación Serpaj y participa activamente del Proyecto Aldea Niños para la Paz, un programa que asiste a menores en situaciones sociales precarias.

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