Agroempresarios buscan regularización de trabajadores haitianos y atraer a más dominicanos al sector agrícola

Santo Domingo, 24 de octubre – Los agroempresarios dominicanos están analizando cómo regularizar a sus trabajadores extranjeros, especialmente haitianos, que son una parte crucial del sector agropecuario, mientras incentivan a que más dominicanos se integren a las labores agrícolas.

Esta búsqueda de soluciones surge en medio de la política de deportaciones que ha emprendido el Gobierno dominicano, la cual ha afectado notablemente a la fuerza laboral en el campo.

El director ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), Osmar Benítez, subrayó la importancia de que los empleadores en el sector agrícola cumplan con las leyes migratorias dominicanas. «La ley es dura, pero es la ley», afirmó Benítez, reconociendo que algunos sectores dependen hasta en un 90 % de la mano de obra haitiana, lo que ha generado dificultades ante las deportaciones masivas de trabajadores en situación irregular.

Uno de los principales obstáculos para la regularización de los trabajadores haitianos es la falta de institucionalidad en el gobierno haitiano, que dificulta la obtención de documentos esenciales como los pasaportes.

Esta situación se ha agravado por la crisis política y social que vive Haití, lo que ha dejado a muchos inmigrantes en un limbo migratorio sin posibilidad de regularizar su estatus en la República Dominicana.

El ministro de Agricultura, Limber Cruz, también reconoció esta problemática y destacó la necesidad de que el gobierno dominicano busque soluciones transitorias para la regularización de los trabajadores extranjeros.

Entre las alternativas propuestas está la emisión de carnés transitorios para aquellos trabajadores que se encuentran en proceso de regularización, permitiéndoles continuar trabajando mientras gestionan sus documentos.

«Hay muchos mecanismos», explicó Cruz. «Por ejemplo, si tienes un trabajador haitiano que lleva más de dos años trabajando en tu finca, puedes otorgarle un carné transitorio mientras obtiene su documentación oficial».

Añadió que se reunirá con representantes del sector para evaluar otras posibles soluciones que faciliten la regularización, aclarando que esta no es una solución definitiva, ya que la meta es legalizar no solo a los haitianos, sino a todos los extranjeros en situación irregular en el país.

El sector agrícola que más depende de la mano de obra haitiana es el bananero, uno de los principales rubros de exportación de la República Dominicana. Este sector enfrenta exigencias adicionales, como el registro biométrico de sus trabajadores, lo que complica aún más la situación para aquellos en condición migratoria irregular. Además del banano, otros sectores que requieren gran cantidad de mano de obra son el arroz, el café y la ganadería.

Durante una conversación con la prensa en el evento «Retos y oportunidades del comercio agrícola ante la apertura comercial», Benítez destacó que el sector está preparándose para integrar a más dominicanos en las labores agrícolas, una tarea que considera urgente y necesaria debido a la falta de interés entre los jóvenes dominicanos en trabajar en el campo. «No nos queda más remedio», aseguró Benítez, describiendo el desafío que supone para el sector atraer a trabajadores nacionales.

Como ejemplo personal, Benítez compartió que anteriormente contaba con 77 trabajadores haitianos en su finca, pero que actualmente solo tiene siete, gracias a la incorporación de tecnologías, como el uso de drones para la fumigación, y estrategias de incentivo para atraer a dominicanos, como el financiamiento de motocicletas para los empleados. Esta estrategia le ha permitido contratar a 26 trabajadores dominicanos en su finca.

La nacionalización de la mano de obra ha sido un tema de discusión en una mesa de trabajo compuesta por representantes del sector agropecuario, construcción y turismo, tres de los sectores que más dependen de la mano de obra extranjera en el país. Según Benítez, esta mesa ha producido un documento dirigido al Gobierno dominicano en el que se establece la necesidad de reducir la dependencia de trabajadores haitianos y buscar alternativas para regularizar a los que ya se encuentran en el país.

«Hemos dicho al Gobierno: no queremos más haitianos en la República Dominicana. Con los que ya están aquí, podemos hacer el trabajo. ¿Cómo se regulariza? Bueno, o Haití organiza a su gente, o Dominicana puede buscar un mecanismo», sostuvo Benítez.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Limber Cruz, explicó que su ministerio está promoviendo la adopción de nuevas tecnologías entre los productores con el objetivo de aumentar la productividad y atraer a más jóvenes dominicanos al sector agrícola. La modernización del campo y la formación técnica de los trabajadores son claves para garantizar el relevo generacional y el éxito de las labores agrícolas en el futuro.

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