ALERTA. Oír sin interrumpir y no cambiar temas sin ton ni son

Juan Freddy Armando

Hoy publico la última parte -por ahora- de mi decálogo “Decálogo del buen diálogo”. Experiencia evolutiva desde tiempos de adolescente católico, jovenzuelo camilista, joven marxista, hasta el adulto actual: mezcla libre de ideas y emociones, verdades y errores, eterno y variable observador explorador, sin aferrarme a nada.

Aprendí que cuando discutimos brotan nuestras pasiones emocionales. Debemos observarlas cuando comienzan pequeñas, y podemos dominarlas. Pero si las dejamos crecer, nos dominan ellas a nosotros. Nos hacen huracanes, remolinos, laberintos, que  convierten un amistoso diálogo en mortal tragedia.

Lecturas y años me enseñan que los sistemas filosóficos, religiosos o científicos debemos verlos solo como herramientas de trabajo del estudioso.

Herramientas de trabajo y no refugios de nuestros miedos, que solo nos dejan ver un punto de vista, una parte de la realidad.

Herramientas de trabajo y no esquemáticas cárceles de ideas cuyos barrotes enceguecen el espíritu.  

Herramientas de trabajo y no oscurecedores lentes coloridos que nos impiden observar claramente y distintamente nuestro exterior e interior.

Herramientas de trabajo bajo nuestro dominio que ayudan entre todas a pensar y actuar, en vez de dejarnos dominar por ellas.

Trato de colocarme en el lugar de mi interlocutor, de percibir desprejuiciadamente sus verdades y motivos. Veo metodológicamente la posibilidad de que tenga la verdad y yo el error.

31. Ser eternos aprendices y autocríticos.

Reconozco que soy un investigador en construcción, inacabado, imperfecto. Que en ocasiones he sido apasionado, he insultado, burlado a mis contertulios, he dificultado la posibilidad de hallar las verdades, de ponernos de acuerdo. No he comprendido que los humanos nos movemos más por emociones que por razones.

Que reaccionamos violentamente cuando tocan nuestro orgulloso ego, nuestras ideas prefabricadas por ese almacén de autopercepciones que somos.

Por ello, debemos aspirar a ser el aprendiz de la canción “Es lo que es”, de Luiz Gonzaga do Nascimento (Gonzaguinha) interpretada por María Bethania (https://www.youtube.com/watch?v=-IYWgFcPDzQ).

32. Oír sin interrumpir.

Un diálogo ha de tener un protocolo que permite a cada uno expresar plenamente sus tesis, hipótesis, argumentos, ejemplos. Sin sobrepasarse en el tiempo. Pero su interlocutor o interlocutores tienen el deber de escucharlos con atención sin interrupción. Para que no convirtamos el diálogo en un anárquico desorden que con frecuencia conduce a violencia verbal y física.

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