Angela Merkel. Lecciones

GUILLERMO CARAM

Con frecuencia políticos y politólogos apologizan populismos como recurso para lograr simpatías, cuestionando austeridad que algunos nos atrevemos propiciar. La lección de Angela Merker al dejar el poder en la lejana Alemania tras 16 años, demuestra lo contrario.

Considerada por biografíasyvidas.com como “máxima responsable de las políticas de austeridad” fue despedida con 6 minutos de aplausos en el Congreso de su partido Unión Demócrata Cristiana (UDC), por el pueblo alemán desde balcones y ventanas, con larga ovación en el Parlamento y Gobierno. Y con antorchas, rosas rojas y música de juventud por el ejército.

Hija de pastor del puritarismo luterano, creció coexistiendo con el comunismo imperante en Alemania oriental, militando en su “Juventud Alemana”; nutriéndose para practicar pluralismo concertador.

Licenciada y doctorada en Física, adquirió racionalidad metodológica que aplicó en política, a la que ingresó tras la caída del Muro de Berlín (1989), complementando sus convicciones ideológicas.

Su carrera fue meteórica. En el Gobierno fue ministra de Juventud y Familia (1990-1994) y del Medio Ambiente y Naturaleza (1994-1997). En el partido, secretaria general; alcanzando la presidencia en el 2000.
Resistió y superó adversidades internas partidarias provenientes del catolicismo tradicionalmente dominante en la coalición socio-democratacristiana hasta conquistar la Cancillería alemana en 2005.

Sin prevalerse de su femineidad, fue la primera mujer en alcanzarla desde que nació el Estado alemán (1870). Y su primer canciller proviniendo de Alemania Oriental.

En lugar de ceder ante críticas a sus convicciones mientras ejercía oposición y en campañas electorales, los reafirmaba consciente del rol del liderazgo: Con valentía, sin someterse a complacencias aún en temas delicados como reforma impositiva, supresión de subvenciones y recortes “sociales”.

Siendo democratacristiana gobernó siempre en coalición, incluso con su archirival partido socialdemócrata.
Todo contrastando con populismo exaltado en nuestras latitudes implementado mediante gastos dispendiosos, complacientes, mediáticamente pregonados. Y utilizado como tapadera de manejo inescrupuloso de recursos.
Merkel aleccionó allá que austeridad, firmeza, valentía, racionalidad y concertación generan aplausos, flores, antorchas y canciones; cuando aquí observamos que dispendio, absolutismo y mediatismo mediático conducen a barrotes carcelarios.

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