Bagatelas de un cálculo turístico

Juan Llado

A medida que el turismo cobra mayor importancia para nuestra economía se requiere que los datos que lo proyectan sean cada vez más veraces y pertinentes. El hecho de que las estadísticas del sector las produce y maneja el Banco Central no significa que sus metodologías sean las mejores. La referente al cálculo del ingreso de divisas por turismo, por ejemplo, no refleja fielmente la realidad. Cuando se examinan sus detalles se nota que esa metodología exige una reevaluación.

El asunto reviste gran importancia porque la opinión pública debe recibir datos realistas. Al citarse que en 2022 el turismo produjo US$8,400 millones se crea una impresión espuria porque, en sus operaciones, el sector turístico gasta casi la mitad de esa cifra en sus propias importaciones y en la repatriación de utilidades, siendo esto último trascendente porque el 95% del inventario de habitaciones es de propiedad extranjera. En consecuencia, su contribución neta en divisas es mucho menor que la aportada por las remesas cuyo componente importado es mucho menor (y el ingreso no conlleva repatriación de utilidades). Solo por esas razones, los voceros sectoriales reportan cifras controversiales: su fuente, el Banco Central, no desagrega entre lo bruto y lo neto.

Una consulta con la entidad arrojó sorpresas metodológicas. “Respecto a la metodología utilizada por este Banco Central para el cálculo de ingresos por turismo, lo hacemos apegado al Manual de Balanza de Pagos del Fondo Monetario Internacional, en su sexta edición. En el referido manual, los ingresos en la cuenta denominada “viajes” es la que corresponde a los ingresos por turismo, y la misma comprende los siguientes componentes: 1) Con las cifras oficiales de flujo de pasajeros vía aérea y marítima, multiplicado con las cifras oficiales de gasto y estadía promedio respectivas, obtenemos casi la totalidad de los ingresos por turismo. El 98 % de los ingresos por turismo en 2022 es producto de este cálculo.

2) Ingresos por estudiantes: El Banco Central realiza encuesta periódicamente para estimar el gasto promedio de los estudiantes. Puede consultar las ediciones de la encuesta en el área de publicaciones de nuestra página web, para ver detalles de la metodología. La edición 2023 está actualmente en proceso. 3) Trabajadores de Temporada: El Manual de Balanza de Pagos establece que los trabajadores que ingresan a un país temporalmente a trabajar, se les da el tratamiento de viajero, y todos los gastos mientras dure la estadía en el país son sumados en la cuenta de viajes. La institución realiza ejercicio de estimación de este gasto, apoyándose en publicaciones relacionadas al mercado de trabajo, encuestas de inmigrantes en el país, e informaciones conseguidas a través de actores importantes en sectores con alta presencia de mano de obra extranjera como lo son: construcción, comercio, agropecuario y turismo.

4) Renta Imputada a Propietarios no Residentes: El Manual de Balanza de Pagos instruye incluir como servicios de hospedaje en favor del país, cuando ocurra el caso en que un no residente sea propietario de un inmueble en el país, y durante un periodo de tiempo decida ocuparlo. Se utiliza el valor de mercado correspondiente para el hospedaje.”

La metodología reseñada acusa trampas conceptuales que la hacen cuestionable. La anterior consulta sorprende porque la opinión publica desconoce que a los ingresos provenientes de visitantes de vía aérea y marítima se le añaden los provenientes de estudiantes extranjeros, trabajadores de temporada y propietarios no residentes, algo que resulta en un sesgo perceptual no conveniente en un pais que requiere saber cómo se comporta cada componente del flujo. Otra cuestión es asumir que el total de visitantes de vía aérea y marítima es el equivalente al volumen de “pasajeros” que llegan por avión y en barcos.  Eso no es así porque en el caso de los que llegan por vía aérea no todos los “pasajeros” son visitantes que pernoctan; algunos son de paso para hacer conexiones entre vuelos. Asimismo, el GP de los cruceristas no puede multiplicarse por el total de los llegados en el barco porque de ellos solo un 20-30% se desmonta a conocer el puerto anfitrión y hacer compras. Por otro lado, a los extranjeros de vía aérea habría que imputarle un GP y a los dominicanos no residentes otro. Estos ultimos no tienden a usar hoteles durante su estadía, pero su gasto podría ser mayor en función de su estadía promedio y las inversiones y donaciones de que son responsables.

Queda claro que el Banco Central, aun cuando aplica el Manual del FMI para el calculo del ingreso en divisas, no profundiza y detalla lo suficiente como para que la opinión publica tenga una mejor visión de la contribución del turismo a la economía. Otros paises tienen diferentes composiciones del gasto y consumo turístico que difieren de la utilizada aquí, aunque por lo general las encuestas a los turistas sean un recurso muy comun. Por ejemplo, para estimar el ingreso de divisas en el Perú se incluye el aporte de la aviación, lo cual aquí no se cubre con la amplitud que lo hacen los peruanos. Por otro lado, los peruanos ni nosotros incluimos la contribución de la inversion de capital como lo hacen los mexicanos.

Las observaciones anteriores sugieren que la metodología empleada por el Banco Central es bastante gruesa y no descompone el consumo turístico adecuadamente. Para ello habría que desarrollar un marco conceptual que compagine con las prescripciones de la Organización Mundial de Turismo (OMT) para la Cuenta Satélite de Turismo (CST) de las Cuentas Nacionales. (Hace más de 20 años que en la RD se intentó desarrollar una CST, pero pronto el esfuerzo se abandonó.) La complejidad de la tarea puede auscultarse conociendo la metodología de la CST de Mexico.

La utilidad de la CST concierne a un par de políticas sectoriales fundamentales. La primera tiene que ver con el ingreso real de divisas, toda vez que el grueso de nuestros visitantes extranjeros ha comprado un paquete vacacional en el exterior antes de llegar al pais. ¿Qué proporción de ese gasto entra realmente a nuestra economía o se queda fuera? La segunda tiene que ver con los eslabonamientos intersectoriales. Si la CST identificara bien las articulaciones entre la actividad turística y los diferentes sectores económicos se podría diseñar políticas para el aumento y diversificación de nuestra oferta de bienes y servicios para el sector.

Es ya bien conocido que el turístico es el principal sector de la economía dominicana. El aluvión de inversiones que actualmente se registra sugiere que esa preminencia se mantendrá por lo menos en el corto y mediano plazos. De ahí que se justifique que las autoridades monten un esfuerzo serio para mejorar las estadísticas sectoriales y reinstalar una CST debe constituirse en el meollo de ese esfuerzo. Sin embargo, eso no significa que la producción y el manejo de estas estadísticas deben continuar en manos del Banco Central, una entidad que se preocupa más por el equilibrio macroeconómico que por las políticas públicas de los sectores económicos.

El trabajo para emprender puede ser tedioso para algunos funcionarios. Después de todo, las estadísticas tienen el maleficio que tienen las matemáticas. Pero la importancia que revisten las estadísticas turísticas para este pais esta más que clara. El esfuerzo debe ser liderado por el Viceministerio Técnico del MITUR y la Oficina Nacional de Estadisticas (ONE), dejando fuera al Banco Central. Es en esta tarea que deben enfocarse y dejar a un lado la practica populista de estar avasallando a un auditorio cautivo con los masivos números del flujo mensual de los visitantes turísticos. Con ello le están haciendo un flaco servicio al mismo sector turístico y al pais.

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