Bárcena anuncia el fin de su gestión en la Cepal tras más de 13 años al frente

Santiago de Chile/Naciones Unidas, 3 dic (EFE).- La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, anunció este viernes que dejará su cargo a la cabeza del organismo internacional en marzo de 2022, cerrando un periodo de más de trece años marcado por su énfasis en la igualdad para impulsar el desarrollo de la región.

La diplomática y abogada mexicana asumió el puesto el 1 julio de 2008 siendo designada en él por el entonces Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, convirtiéndose en la primera mujer en ejercerlo en los 60 años de historia de la Cepal.

El anuncio tuvo lugar durante la reunión en la sede de Naciones Unidas del trigésimo sexto periodo de sesiones del Comité Plenario de la Cepal y el acuerdo para su salida se tomó junto al secretario general de la ONU, António Guterres, según destacó la funcionaria internacional.

A través de un video, Guterres destacó que Bárcena se consolidó como «progresista y visionaria», desplegando su trabajo con un «liderazgo estelar» articulando a los más diversos actores Latinoamérica y el Caribe, incluyendo a jefes de Estado, comunidades locales, la academia, organizaciones de la sociedad civil e instituciones multilaterales.

«Fue una de las primeras en la ONU en colocar la igualdad en sus múltiples manifestaciones, incluida la igualdad de género, como piedra angular del desarrollo sostenible y en destacar los desafíos específicos de los países de ingresos medios», señaló Guterres en su discurso de agradecimiento para los años de servicio de Bárcena.

El secretario general subrayó también la capacidad de Bárcena para relacionarse con todos los actores del desarrollo, desde comunidades locales a jefes de Estado pasando por organizaciones de la sociedad civil y a academia, llevando a la Cepal «a otro nivel».

La visión de Bárcena en más de una década de trabajo al mando de la Cepal se plasma en los documentos que cada dos años la organización publicó para trazar las líneas que orientaron sus reflexiones y políticas en torno al horizonte de desarrollo, con especial hincapié en la profundización democrática y la igualdad de derechos.

Para 2010, en el informe de la Cepal «La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir», ya se definían con claridad esas rutas de trabajo, haciendo un llamado a ampliar la participación de la ciudadanía en la deliberación pública y garantizar el bienestar material de todos los sectores sociales, especialmente los más marginados.

Ya para 2012, en «Cambio estructural para la igualdad: una visión integrada del desarrollo», se diseñó una estrategia continental para la segunda década del siglo XXI cuya piedra angular fue el horizonte igualitario, aunque las condiciones políticas y económicas de América muchas veces alejaron a los Estados de este camino.

La sostenibilidad en las políticas económicas y sociales fueron otras de las improntas marcadas por Bárcena, así como relevar la ineficiencia de la desigualdad de camino a sociedades plenamente democráticas.

De igual forma, la defensa de los derechos de la ciudadanía, así como la importancia de construir Estados de bienestar social y mejorar la distribución de los ingresos fueron puntos altos de su gestión, abogando por el aumento de la productividad en el continente, eliminar las brechas de género y crear innovación e inversión basada en la sustentabilidad ambiental.

Su liderazgo fue también clave para sacar adelante el histórico Acuerdo de Escazú, y durante la pandemia de covid-19 enfatizó a necesidad de una recuperación económica que incluya sobre todo a los grupos más desfavorecidos.

«Durante más de 25 años, su visión contribuyó a dar forma al pensamiento progresista en torno al desarrollo de nuestra Organizacióón, en Améérica Latina y en el mundo entero», concluyó Guterres en su discurso.

Ser la primera mujer al frente de la Cepal no fue el único espacio donde Bárcena destacó como pionera: además, se transformó en la primera latinoamericana a la cabeza de Naciones Unidas (ONU) cuando ejerció como Secretaria General Adjunta de Gestión en la Sede de la ONU en Nueva York, cumpliendo como Jefa de Gabinete y Jefa Adjunta de Gabinete de Kofi Annan, entonces al mando del organismo internacional.

Antes de su labor en la Cepal, fue profesora e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y publicó numerosos artículos sobre desarrollo sostenible, políticas públicas, medio ambiente y participación pública.

Tiene una Licenciatura en Biología de la UNAM y una Maestría en Administración Pública de la Universidad de Harvard, finalizó los cursos de la Maestría en Ecología, inició estudios de doctorado en Economía en la UNAM y ha sido investida doctora honoris causa por varias universidades del mundo.

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