Berlín se apoyará en plantas de GNL para sustituir al gas ruso

Berlín, 23 mar (EFE).- La guerra en Ucrania obliga a reorientar la prioridades del abastecimiento energético de Alemania, cuyo canciller, Olaf Scholz, anunció este miércoles que para ello el país se apoyará en las instalaciones de Gas Natural Licuado (GNL) en la costa oeste de la Unión Europea (UE).

El anuncio lo hizo este miércoles Scholz ante la cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag), donde admitió que la primera potencia económica europea tiene que reducir su dependencia energética de Rusia y diversificar sus fuentes de aprovisionamiento.

Esa dependencia alemana de la energía rusa bloquea precisamente una acción unánime de la UE respecto a Moscú, que obtiene por vía de la venta de su gas a Europa occidental una financiación que se vincula al gasto bélico derivado de su invasión de Ucrania.

«Diversificaremos nuestras fuentes de aprovisionamiento y eso será en los próximos meses», dijo Scholz, quien explicó además que Alemania aumentará a corto plazo sus «capacidades de aprovisionamiento de carbón, gas y petróleo» para reducir la dependencia de Rusia.

Scholz aseguró que Alemania «tiene que ser independiente del gas y el petróleo de Rusia» y en general de las energías procedentes de combustibles fósiles, con el propósito de que la guerra en Ucrania no desvíe a Alemania de su objetivo de reducir el consumo de recursos que propician el cambio climático.

Y en relación con el acceso de Alemania a recursos de gas diferentes al ruso, precisó: «apostamos por aprovechar las terminales de gas licuado existentes en la costa europea occidental».

Un portavoz del ministerio de Economía explicó posteriormente que la red de gasoductos europeos que conecta los puntos de suministro de GNL en la península Ibérica con el resto de Europa «funciona» y ha ganado en «flexibilidad» en los últimos años.

«En la península ibérica hay varias terminales de GNL, hay otras en Europa occidental y en el mar del Norte, y que haya una conexión directa entre una terminal en la península ibérica y Alemania no es tan importante porque de algún modo las terminales españolas están conectadas a la red general», agregó el portavoz.

España es el país con más capacidad de almacenamiento de gas y regasificación de Europa, un tercio del total, aunque la escasez de interconexiones con el resto del continente limita sus posibilidades de ser una alternativa de suministro, según expertos.

Algo más de un tercio (el 35 %) de la capacidad de almacenamiento de GNL en la UE más el Reino Unido está en España, según datos de Gas Infrastructure Europe (GIP), la asociación de operadores europeos de infraestructuras de gas, que está compuesta por 67 compañías pertenecientes a 26 países, incluido Reino Unido.

Tras España (con capacidad para 3,31 millones de metros cúbicos), se sitúa precisamente Reino Unido, que concentra el 22 % de la capacidad de almacenamiento de GNL (2,09 millones); Francia (14 % y 1,35 millones), Bélgica (6 % y 0,56 millones) e Italia (5 % y 0,54 millones).

Ante el Bundestag, el canciller alemán aludió además a que en la reunión del Consejo Europeo de esta semana en Bruselas los 27 abordarán la cuestión del aprovisionamiento energético y las alternativas a las fuentes de origen ruso, y abogó por diseñar una «política energética integrada».

La intervención de Scholz ante el Parlamento se conoció al tiempo que el instituto económico alemán Ifo anunciaba una rebaja de su previsión de crecimiento a entre el 2,2 % y el 3,1 % para 2022 a raíz de la guerra en Ucrania.

En diciembre, el instituto había previsto un crecimiento del 3,7 % para el año en curso.

«El ataque ruso está frenando la economía a través de los precios de las materias primas notablemente más altos, las sanciones, los crecientes problemas de suministro de materias primas y productos intermedios, así como una mayor incertidumbre económica», señaló el Ifo.

Durante el debate parlamentario sobre las cuentas de 2022 en el que participó hoy Scholz su ministro de Finanzas, Christian Lindner, aseguró que Alemania volverá a aplicar el principio del «freno de la deuda», incluido en la Constitución, en 2023 y declaró: «Tenemos que volver al principio de que la riqueza primero debe crearse antes de que pueda distribuirse».

Ese principio es una norma que exige que en tiempos de normalidad económica no pueda haber un déficit superior al 0,3 % del PIB.

El presupuesto federal para el año en curso prevé gastos de 457.600 millones de euros e ingresos por la misma cantidad y se espera que el Bundestag apruebe la ley correspondiente el próximo 3 de junio.

Lindner recordó que la guerra de Ucrania impacta sobre las cuentas federales por lo que el Gobierno presentará un presupuesto complementario al Parlamento «lo antes posible».

El ministro aludió además al fondo especial para el Ejército federal (Bundeswehr) que anunció recientemente el canciller Scholz en un giro histórico de la política de gastos de defensa en Alemania y confirmó que se dispondrá de hasta 100.000 millones de euros.

Lindner reconoció que el Ejército «se ha descuidado durante muchos años» pero advirtió de que ese gasto es compatible con el respeto del principio del freno de la deuda dado su carácter «excepcional».

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