Biden insta a la ONU a enviar una misión internacional a Haití para combatir pandillas

Nueva York, 19 de septiembre – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo un llamado urgente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que autorice el envío de una fuerza internacional a Haití con el propósito de apoyar a las fuerzas policiales en la lucha contra las pandillas.

En su discurso ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Biden expresó: «Pido al Consejo de Seguridad que autorice esta misión ahora. El pueblo de Haití no puede esperar mucho más».

Haití ha estado sumido en una crisis humanitaria, política y de seguridad durante meses, y tanto las autoridades haitianas como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, han solicitado la intervención internacional en el país caribeño.

Sin embargo, hasta ahora, muchos países han mostrado reticencia a intervenir en la situación haitiana.

A finales de julio, Kenia anunció su disposición a liderar una intervención policial multinacional para entrenar y ayudar a las fuerzas de seguridad haitianas, comprometiéndose a enviar 1,000 efectivos. A pesar de que esta misión no se desplegaría bajo la bandera de la ONU, aún necesita la aprobación del Consejo de Seguridad.

Las conversaciones sobre esta propuesta comenzaron a principios de este mes en el Consejo de Seguridad de la ONU.

La situación en Haití es alarmante, con más de 2,400 personas muertas en lo que va del año debido a la creciente violencia de pandillas. Estas bandas criminales controlan aproximadamente el 80% de la capital haitiana y los delitos violentos, como secuestros, robos y violaciones, se han disparado.

Gestión Responsable de la Rivalidad con China

En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también abordó la relación entre su país y China. Biden afirmó: «En lo que respecta a China, quiero ser claro y coherente. Buscamos manejar de forma responsable la competencia entre nuestros países para que no degenere en un conflicto».

El presidente de Estados Unidos expresó su deseo de evitar que la rivalidad con China se convierta en una guerra y destacó la importancia de una gestión responsable de esta relación bilateral en un contexto internacional cada vez más complejo.

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