Bodegueros de Nueva York se hacen con armas de fuego para defenderse de una ola criminal
Nueva York, 4 Dic. – Los bodegueros de Nueva York, un sector dominado por dominicanos, han decidido hacerse con armas de fuego y entrenarse en su uso para defenderse de una ola criminal que afecta a sus negocios y se ha cobrado la vida de varios de estos comerciantes.
Radhames Rodríguez, presidente de la United Bodegas of America (UBA), dijo este domingo a EFE que desde hace dos años algunos bodegueros comenzaron a entrenarse en el uso de armas de fuego; pero hace unos seis meses el número de comerciantes interesados aumentó sustancialmente debido a la «alta incidencia de robos y asesinatos» en los negocios.
«Desde hace más de dos años hemos estado hablando de la poca seguridad que tenemos, de la situación con la delincuencia. Creemos que podemos ejercer el derecho a solicitar licencia para tener un arma», indicó y recordó que, en muchas bodegas, han tenido que proteger con cadenas y candados varios productos debido a los robos.
Los bodegueros, que anunciaron hoy que crearon una sociedad secreta (SecSoc) que trabaja para gestionar el entrenamiento y ayudarles con los trámites para portar un arma, serán entrenados en su uso por instructores certificados, -son miembros de las fuerzas armadas y exagentes del orden- contratados por la UBA.
Rodríguez afirmó que la UBA seguirá «las pautas más estrictas» para obtener los permisos y que le han advertido a sus dueños de la gran responsabilidad que conlleva tener un arma y a mantenerla en secreto.
«Los dueños de bodegas que enfrentan cada día situaciones extremas de vida o muerte, tienen derecho a protegerse», indicó este domingo Rodríguez en una conferencia de prensa.
«La brutalidad que los propietarios de bodegas han enfrentado en los últimos 10 años no se parece a nada que hayamos visto desde principios de la década de los 70. Hemos perdido nuestros negocios, nuestra dignidad y sustento a manos de los criminales», aseguró.
De acuerdo con Rodríguez, en Nueva York hay más de 20.000 bodegas y más de 15.000 están en manos latinas, en particular dominicanos.