Calor extremo

Por Elda Cantú

The New York Times

Hace muchísimo calor. A un mes de que empiece el verano en el hemisferio norte, los habitantes de esta zona del planeta sentimos los embates de las altas temperaturas.

Miami acaba de experimentar un récord en su índice de calor, una medida que combina la temperatura con la humedad. Más allá de la sensación térmica —que no es poca cosa— la situación preocupa a los expertos y las autoridades, pues las elevadas temperaturas del Atlántico también significan que está previsto que la temporada de huracanes sea más intensa este año.

Y es que, como explica este artículo, la intensidad de las tormentas aumenta a medida que el planeta se calienta. ¿El motivo? “El aire caliente retiene más humedad, lo que aumenta la capacidad de las tormentas para transportar precipitaciones”.

Por eso, algunas aseguradoras ya se han retirado de Florida y las que se quedan han aumentado las primas de protección.

Más al sur, en la zona caribeña de Costa Rica, Colombia, Nicaragua y Panamá se reportan temperaturas “que previamente no se habían visto sino hasta en semanas posteriores”, reportó nuestra colega Catrin Einhorn para la sección Clima, lo que pone en peligro la supervivencia de los arrecifes de coral en la región. “Odio tener que seguir usando el término ‘sin precedentes’”, le dijo a Catrin el coordinador de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE. UU., “pero, otra vez, este año estamos viendo patrones sin precedentes”.

Y en el sureste de México se han reportado decenas de muertes de monos aulladores en los últimos días, y los científicos creen que las altas temperaturas —junto con las condiciones de deforestación, tala e incendios recientes— podrían ser la causa.

Para los humanos, las altas temperaturas no solo son molestas y peligrosas a nivel físico: también pueden afectar nuestra salud mental.

The New York Times

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