Casi 19 millones de telespectadores vieron la audiencia del asalto al Capitolio
Washington, 10 jun (EFE).- Casi 19 millones de televidentes vieron la primera audiencia del comité que investiga el asalto en enero de 2021 al Capitolio de EE.UU., la cual se retransmitió en horario de máxima audiencia ayer, lo que implica un éxito para el equipo de legisladores, liderado por los demócratas.
El 6 de enero de 2021, unas 10.000 personas —la mayoría simpatizantes del entonces presidente, Donald Trump— marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria del ahora mandatario Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020.
Los datos publicados este viernes indicaron que la audiencia del jueves fue vista por aproximadamente 18,8 millones de personas en las seis principales cadenas de televisión y cable estadounidenses que transmitieron el programa en vivo el jueves por la noche.
Los datos preliminares provienen del servicio de calificaciones de Nielsen y no incluyen a los millones más que vieron esta primera audiencia en aplicaciones de transmisión o redes sociales.
La cadena ABC consiguió la mayor audiencia, con casi 4,9 millones de telespectadores.
El único medio importante de noticias de EE.UU. que no cubrió el evento fue la cadena conservadora Fox News.
Habrá más audiencias, pero no todas serán entre las 20.00 y 22.00 hora local, como lo fue ayer.
La segunda será el próximo lunes a partir de las 10.00 hora local (14.00 GMT) y la tercera audiencia tendrá lugar el miércoles 15 de junio también por la mañana.
El comité que investiga el suceso sostuvo el jueves que el asalto al Capitolio del 6 de enero del 2021 fue la «culminación» de un intento de golpe de Estado por parte del entonces presidente Donald Trump (2017-2021), quien se vio apoyado sobre el terreno por el grupo ultraderechista Proud Boys.
En el asalto al Capitolio murieron cinco personas y cerca de 140 agentes fueron agredidos.
La primera audiencia pública de la comisión investigadora estuvo marcada por videos y testimonios escalofriantes que se retransmitieron en directo por casi todas las cadenas de televisión del país, en horario de máxima audiencia, en un intento por impactar la opinión pública estadounidense.
