Castillo reafirma la defensa de R. Saharaui, semanas después de romper relación
Lima, 8 sep (EFE).- El presidente de Perú, Pedro Castillo, reafirmó este jueves «la defensa» de la «autodeterminación soberana» de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), tres semanas después de que su Gobierno anunciara la decisión de retirarle el reconocimiento y romper sus relaciones bilaterales.
«A un año de establecer relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática, nos reafirmamos en persistir en la defensa de su autodeterminación soberana», afirmó el mandatario en sus redes sociales.
Castillo escribió este mensaje en Twitter, tres semanas exactas después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores anunciara que retiraba el reconocimiento oficial a la RASD y rompía «toda relación con esta entidad».
Esta decisión fue adoptada el 18 de agosto pasado, luego de que el canciller peruano Miguel Ángel Rodríguez Mackay, quien había asumido el cargo dos semanas antes, conversara por teléfono con el ministro de Relaciones Exteriores, Cooperación Africana y Expatriados Marroquíes de Marruecos, Nasser Bourita.
En aquella ocasión, la cartera señaló que el Gobierno peruano y marroquí acordaron «reforzar sus relaciones bilaterales» y que el país andino «valoraba y respetaba la integridad territorial del Reino de Marruecos y su soberanía nacional».
«Por no existir hasta la fecha una relación bilateral efectiva, el Gobierno de la República del Perú decide retirar el reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática y romper toda relación con esta entidad», sentenció el ministerio en un comunicado.
Perú inició formalmente relaciones diplomáticas con la República Saharahui en mayo de 1987, pero estas fueron suspendidas en septiembre de 1996 bajo el mandato del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
En septiembre de 2021, ya bajo el actual Gobierno de Castillo, el país andino anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la RASD, una decisión que según el entonces canciller, Óscar Maúrtua, respondía a «la histórica trayectoria» del país andino como nación «democrática y de pleno respeto por el derecho internacional».
Hasta el momento, no ha habido ningún pronunciamiento por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores peruana, que en agosto afirmó que su decisión diplomática sería notificada a la Organización de las Naciones Unidas.