Ciudad Colonial vivió el sábado un desorden colosal
Santo Domingo, 30 de octubre – El pasado sábado, la Ciudad Colonial de Santo Domingo se vio sumida en un caos descomunal debido a las festividades de disfraces que tuvieron lugar en sus calles.
El descontrol generado durante estos eventos llevó a las autoridades a tomar medidas drásticas, incluyendo la suspensión de actividades planificadas y la militarización de los puntos claves donde se desataron los disturbios, como el emblemático Parque Duarte, ubicado entre las calles Hostos y Padre Billini.
Una comisión de seguridad, conformada por la Policía Nacional, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), las Fuerzas Armadas, Politur, Intrant y Digesett, entre otras instituciones, implementó un operativo preventivo en la Ciudad Colonial.
El objetivo principal de esta acción conjunta es garantizar la seguridad y la tranquilidad tanto de los residentes como de los visitantes que disfrutan de esta histórica zona de la ciudad.
El comunicado oficial emitido por la Policía Nacional resalta la determinación de las autoridades para restablecer el orden en la Ciudad Colonial tras los incidentes denunciados por los residentes.
En sus palabras, «las autoridades reafirmaron que la seguridad pública es una prioridad y que se desplegarán todos los oficiales necesarios para garantizarla». Además, se advierte de manera categórica que «bajo ninguna circunstancia se permitirá que personas se trasladen a la Zona Colonial para realizar desorden en espacios públicos».
Desde las 3:00 de la tarde del domingo, las instituciones involucradas en el operativo de seguridad especial estuvieron trabajando en la Ciudad Colonial para coordinar esfuerzos y garantizar que los residentes de la zona puedan disfrutar de su entorno y circular sin interrupciones.
La tranquila Ciudad Colonial, famosa por su encanto histórico y turismo cultural, se vio alterada durante el fin de semana a causa de las festividades de disfraces, presuntamente relacionadas con la celebración estadounidense de Halloween. Las calles de esta centenaria ciudad se convirtieron en el escenario de lo que debería haber sido diversión, pero se transformó en actos vandálicos que provocaron la indignación de los residentes locales.
La noche del sábado, en particular, el Parque Juan Pablo Duarte, ubicado entre las calles Hostos y Padre Billini, se convirtió en el epicentro de los «teteos», donde personas de diversos lugares se congregaron y dejaron la Ciudad Colonial en un estado irreconocible al amanecer del domingo.
Los residentes se encontraron con montones de basura, botellas tiradas por todo el parque, cristales rotos, un fuerte olor a orines y otros daños que desfiguraron su amado vecindario.
Una residente, que prefirió mantener su identidad en el anonimato, expresó su descontento, diciendo: «Esto se estaba acabando, esto parecía un manicomio. Tuve que pintar un pedazo de pared ahora. Mañana es el día de Halloween en Nueva York, pero no aquí. Ellos no tienen que venir aquí con ese tigueraje, de Guachupita, de Gualey, de todos los sitios».
Otro residente, de nacionalidad española y conocido como «Ricardo», relató que los desconocidos llegaron hasta las puertas de su casa para orinar, y el humo de cigarrillos y otros dispositivos de fumado invadió sus hogares, impidiéndoles dormir. Además, el alto volumen de la música empeoró la situación.
El caballero recriminó: «Que disfruten, pero la Policía no hace nada. Tienen que venir a poner los contenedores para que no tiren la basura aquí. No puede ser que dejen esa basura; que la tiren en sus casas».
Bartolomé Castro, otro afectado por estos incidentes, compartió su experiencia de tener su automóvil estacionado en la calle Hostos durante más de diez años. Durante la celebración del Halloween, desconocidos dañaron su vehículo rompiendo la capota y el bonete. Castro expresó su indignación, afirmando que es incierto si el seguro cubrirá los gastos de reparación del vehículo, que estima superarán los 25,000 pesos.
Con 40 años viviendo en la zona, el hombre aseguró que nunca antes había presenciado este tipo de actividad y exigió una mayor atención por parte de las autoridades. Afirmó: «Esto fue algo que nunca había vivido. En mi vida había visto aquí en la Zona Colonial. Estoy viviendo toda mi vida y tengo 40 años aquí enfrente, y nunca yo había visto esto. Esto está de mal en peor, todos los días está peor».
Los residentes también se quejaron de la escasa presencia de la Policía Turística (Politur), que solo se presentó por la noche y no logró controlar la situación. El caos desembocó en escenas de personas corriendo y disparos, según se pudo apreciar en videos publicados en las redes sociales.
La comunidad se siente agotada por esta situación, que perturba la convivencia en el sector, y espera que las autoridades tomen medidas contundentes para poner fin a este tipo de actos.
El domingo al atardecer, la Zona Colonial, que previamente fue escenario de desorden y caos, recuperó un aspecto de relativa normalidad. Personas caminaban por sus calles con neveritas, música ambiental y niños disfrutando de actividades al aire libre. Los dueños de negocios y los habituales transeúntes notaron un ambiente de «relativa normalidad» para un domingo, lo que contrastaba con la agitación de la noche anterior.
«Las ventas han estado buenas. Normalmente, las ventas aumentan los fines de semana y hoy no ha sido la excepción; se ha vendido como un domingo normal. La gente parece que no le prestó atención a lo de anoche», comentó uno de los gerentes de un bar cercano al Parque Duarte.
A pesar de que las actividades de Halloween y otras festividades en espacios públicos programadas para el domingo fueron suspendidas por las autoridades, el grupo musical Bonye ofreció su actuación regular en las Ruinas de San Francisco, donde se congregaron decenas de personas. Al mismo tiempo, los bares de toda la Zona Colonial
