Conflicto por el canal en el Río Masacre despierta temores en Haití y advierte sobre la construcción futura de canales
Santo Domingo, 22 de septiembre – La construcción del canal en el río Masacre en el lado haitiano de la frontera con Haití no solo ha generado preocupación en las autoridades dominicanas, sino que también ha despertado inquietudes entre algunas voces en Haití sobre cómo se está llevando a cabo esta obra.
El exsenador haitiano Jean-Baptiste Bien-Aimé, quien fue penalizado por el gobierno dominicano por ser uno de los primeros partidarios de la construcción del canal en el río Masacre, ha señalado que el verdadero problema en la llanura de Maribaroux será la gestión de esta infraestructura.
En declaraciones a la emisora Magik 9, Bien-Aimé advirtió que con las aguas del canal en el río Masacre solo podrán irrigarse alrededor de tres mil hectáreas de las doce mil que componen la llanura.
Esto plantea la preocupación de posibles tensiones entre los agricultores cuyas parcelas serán regadas y aquellas que no lo serán, así como la posibilidad de construcción de más canales en el futuro.
El exsenador anticipa situaciones conflictivas entre los agricultores y sugiere que podrían realizar otras tomas en el río Masacre, buscando apoyo oficial para estos proyectos.
Aunque cerca del 80% de los trabajos en el canal ya se han completado, la fase técnica, que involucra el control del flujo de agua para evitar daños futuros, es crucial y requiere apoyo adecuado. Hasta la fecha, no se ha observado una presencia oficial significativa del gobierno haitiano en la gestión de la obra.
Además de Bien-Aimé, varios otros haitiamos tienen prohibido ingresar a territorio dominicano debido a su involucramiento con el canal, según las autoridades dominicanas.
El Ministerio de Agricultura haitiano emitió un comunicado recientemente en el que expresó su apoyo a la construcción del canal en el río Masacre, limítrofe con República Dominicana. El comunicado afirmó que se debe hacer un esfuerzo para llevar el agua directamente a los canales y garantizar que se cumplan las normas técnicas y que la obra no afecte negativamente a las personas y las plantaciones en la llanura de Maribahoux.
El conflicto en torno a la construcción del canal ha generado una crisis en las relaciones entre Haití y República Dominicana. El gobierno dominicano ha tomado medidas como el cierre de fronteras, la suspensión de la emisión de visados a haitianos, la prohibición de la entrada de «promotores» del proyecto, la construcción de una presa y el refuerzo de la presencia militar en las zonas de demarcación.
El Gobierno dominicano argumenta que la construcción del canal en el lado haitiano del río viola acuerdos internacionales que prohíben la alteración de las corrientes de agua en ríos transfronterizos.
