Cuba homenajea a Fidel cinco años después de su muerte tras un difícil 2021

La Habana, 25 nov (EFE).- El gobierno cubano rindió homenaje este jueves al expresidente y líder revolucionario Fidel Castro (1926-2016) en el quinto aniversario de su muerte, al cierre de un año difícil marcado por la pandemia, la crisis económica y las protestas.

La conmemoración arrancó la víspera con una velada político-cultural en la Universidad de La Habana, que concentró a un centenar de personas, en su mayoría jóvenes, y a parte de la dirigencia, para resaltar su figura y legado.

La velada obvió a otra parte de jóvenes cubanos que cada día expresan públicamente, principalmente en las redes, su disconformidad con el sistema político-económico actual, y de los que apenas una minoría está dispuesta a salir a la calle por miedo a represalias.

ESTO CON FIDEL NO PASABA

El actual escenario político se ha polarizado a raíz del descontento social que derivó en las inéditas protestas antigubernamentales del 11 de julio, cuando miles de cubanos salieron de forma espontanea a la calle.

El gobierno vio en esta manifestación la mano de Estados Unidos, mientras que activistas y opositores la achacaron a la escasez de productos básicos, los elevados precios y la ausencia de derechos políticos.

Cuatro meses después, el 15 de noviembre, el país estuvo a punto de vivir un escenario parecido, pero fue desactivado por el gobierno, con un inusual despliegue policial en las principales ciudades, mítines de repudio, detenciones de opositores y bloqueos en las casas de activistas y periodistas independientes.

Los más viejos coincidieron en noviembre que «con Fidel, esto no pasaba», porque en 20 años no se habían registrado protestas similares. Rememoran aquel 5 de agosto de 1994 cuando la crisis económica golpeaba de nuevo el bolsillo de los cubanos, tras la caída del bloque soviético, y cientos salieron a las calles de La Habana en «el maleconazo».

Las protestas terminaron cuando llegó Fidel Castro a las céntricas calles de Galiano y San Lázaro en la capital cubana y cambiaron las consignas en contra para decir: «esta calle es de Fidel».

EL «ENEMIGO» DE SIEMPRE

El síndrome de «plaza sitiada» que debe enfrentar a ese «enemigo» antagónico y la defensa de los principios socialistas se han mantenido inamovibles desde que el expresidente liderara la Revolución de 1959.

Fidel Castro promovió durante 47 años ininterrumpidos la lucha contra «el imperialismo yanqui», una ideología que siguieron su hermano Raúl y el actual presidente, Miguel Díaz-Canel.

Con las recientes manifestaciones, Cuba volvió a acusar a EE.UU. de promover un «cambio de régimen» en la isla y tener un papel activo en la «desestabilización».

Denunció además el recrudecimiento durante la pandemia del embargo impuesto por Washington en 1962 para asfixiar la precaria economía isleña. El expresidente de EE. UU. Donald Trump lo endureció y su sucesor, Joe Biden, las ha mantenido.

No obstante, la actual administración ha negado cualquier vínculo con las protestas y ha exhortado a La Habana a que las vea como «una oportunidad para escuchar» y «no como un ataque».

ECONOMÍA «ORDENADA» EN DÓLARES

A principios de este año Cuba implementó la «Tarea Ordenamiento», una de las más complejas reformas económicas acometidas en la isla hasta la fecha y que se había pospuesto durante casi una década.

El Gobierno cubano reconoció que el «ordenamiento», puesto en marcha en plena pandemia, ha provocado una inflación del 60 % en los precios minoristas en los comercios y del 6.900 % en el mercado informal.

La reforma implicó una unificación monetaria y cambiaria, el incremento de precios y salarios y la reducción de los subsidios, así como una consecuente devaluación del peso cubano.

La «Tarea ordenamiento» dio paso además a la concentración de los alimentos y productos básicos en tiendas de pago exclusivo en divisa extranjera, pese a que la mayoría de los ciudadanos cobra sus salarios en pesos cubanos.

La combinación de fuerte inflación, escasez de productos básicos y necesidad de monedas extranjeras fuera del alcance de la mayoría ha generado malestar en la población.

«La gente está viviendo precios siete, diez veces más grandes», admitió el diputado cubano Marino Murillo en la reciente sesión del Parlamento (unicameral).

CUBA Y LA PANDEMIA

El interés de Fidel Castro por ubicar a Cuba en el mapa mundial le llevó a desarrollar una de las industrias biotecnológicas más importantes y reconocidas, que le situaron en una posición ventajosa a la hora de enfrentar la pandemia de la covid-19.

Entidades como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba y el Instituto Finlay de Vacunas desarrollaron las primeras vacunas latinoamericanas contra el coronavirus: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.

El país ha vacunado ya al 80 % de los 11,2 millones de habitantes, según el Ministerio de Salud Pública. Cuba ha enviado incluso millones de dosis a países como Irán, Venezuela, Nicaragua y Vietnam.

El avance de la inmunización permitió al país reanudar varios servicios y la reapertura de las fronteras y escuelas hace diez días.

El país atravesó su peor oleada de la pandemia a mediados de año reflejado, con más de un millar de casos diarios y elevadas cifras de fallecidos. EFE

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