Desaparición de Israel: ¿realidad o exageración?
Por Mohsen Khalif
La desaparición del régimen de Israel es el deseo de todos los palestinos que llevan más de siete décadas luchando para liberar sus territorios ocupados.
Los palestinos y libres del mundo creen que nadie podrá detener el proceso de desaparición y la autodestrucción interna israelí, porque la enfermedad cancerosa de Israel ha llegado a sus últimas etapas y no hay forma de tratarla.
Quizás nuestra discusión en este campo hubiera estado lejos del análisis lógico de no mencionar las declaraciones emitidas por funcionarios sionistas que advierten de un peligro inminente que amenaza la existencia de este régimen. El ex primer ministro Ehud Barak aseguró que teme que Israel sea sometido a la maldición de la octava década que afligió a los antiguos estados judíos como el de David.
El expremier Benjamín Netanyahu anunció, a su vez, en 2017 que se esforzaría por garantizar que este régimen viviera 100 años, porque ningún estado judío ha llegado nunca a los 80 años.
Por su parte, el ministro de asuntos militares de Israel, Benny Gantz, dijo que los temores de que los palestinos tomen el control de Israel en el futuro no están lejos de la realidad.
Además, periodistas, intelectuales y escritores sionistas han expresado preocupaciones similares. El periodista Ari Shavit dijo que Israel está dando su último aliento. A su vez, el historiador israelí Benny Morris afirmó que dentro de unos años los árabes y musulmanes ganarán y los judíos serán minoría en esta tierra.
Estas declaraciones no podrían repetirse sin un sentido real del peligro de la desaparición. No es natural escuchar hablar de un régimen, por muy débil que sea, que la mayoría de sus líderes hablan de su inminente desaparición del mapa.
Motivos de la preocupación israelí
Los temores de los israelíes sobre el peligro de desaparición se derivan de una serie de razones importantes y peligrosas que las más relevantes son:
1- División interna crónica y pérdida de liderazgo
Israel está viviendo estos días una división sin precedentes, ya que las fuerzas parlamentarias están dispersas en un gran grupo de partidos que se fusionaron en dos bloques principales, uno de los cuales no podría alcanzar la mayoría, excepto en alianza con una lista árabe, en un precedente peligroso desde el punto de vista de muchos israelíes.
La crisis política, que había empezado en 2019, dio lugar a celebrar cuatro elecciones que finalmente terminaron con Naftali Bennett, como nuevo premier. Su alianza política es una extraña mezcla que se extiende desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, pasando por algunos representantes árabes.
Por eso, su gabinete representa uno de los indicadores más serios de la debilidad de Israel, porque este gabinete se basa en una mayoría muy pequeña, donde un diputado puede controlarlo y derribarlo cuando quiera, y que el partido del primer ministro tiene solo seis escaños, en una paradoja que ninguna democracia ha presenciado jamás. Israel sostiene que es democrático, pero, ¿cómo puede la democracia expresar la opinión del público cuando el premier representa únicamente seis de los 120 escaños del parlamento?
Además, Bennett no tiene control sobre los ministros de su gabinete. Cada uno de sus ministros actúa como le place, sin control ni vigilancia. Nadie considera a Bennett como primer ministro de este régimen, puesto que lo eligieron solo para destituir a Benjamín Netanyahu.
Además, en la actualidad, Israel carece de líderes competentes, y sus políticos actuales son corruptos y oportunistas, y están dispuestos a hacer todo para ganar el poder.
2- Falta de la voluntad para luchar
Cualquiera que observe a Israel nota la pérdida de la voluntad de sacrificio de su ejército, su miedo a perder soldados y su total dependencia a la fuerza aérea, hasta el punto de que fracasó en la batalla de Espada de Al-Quds (Jerusalén) durante su guerra contra Gaza en mayo de 2021 porque el ejército sionista no pudo lanzar una operación terrestre contra el enclave costero palestino.
El general de división de la reserva, Yitzhak Brik, había criticado la sensibilidad de su ejército ante las pérdidas humanas, la disminución del espíritu de lucha, la falta de sacrificio, la tendencia de los soldados a servir en unidades que no son de combate, la pérdida de confianza en los comandantes y la falta de preparación de la fuerza terrestre para la guerra, factores que dirigen a Israel al abismo.
3- El poderío de la Resistencia palestina
Los israelíes viven con gran preocupación el creciente poderío militar de los grupos de la Resistencia. En la asediada Franja de Gaza hay una gran audacia como se demostró en la batalla de “Espada de Al-Quds”.
Con la “Espada de Al-Quds”, el mito de invencibilidad de Israel se derrumbó, y sus colonos vieron señales de su colapso que con planes y conspiraciones quería establecer un régimen monstruoso en la tierra de Palestina.
Debido a la ineficacia del sistema denominado “Cúpula de Hierro”, por primera vez, las ciudades sionistas como Tel Aviv y otros asentamientos ilegales a lo largo de la zona geográfica palestina han sido blancos de los ataques de Resistencia.
La victoria del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y de la Yihad Islámica contra el régimen Israelí llevó a los palestinos y musulmanes a hablar y soñar una vez más con la victoria ante el régimen de Tel Aviv.
La ofensiva israelí en Gaza aumentó la unidad y la simpatía palestina, puesto que las guerras anteriores estuvieron directamente entre HAMAS e Israel, pero la contienda militar de 2021 elevó la unidad y el nivel de simpatía entre los palestinos. La unidad de los palestinos, ha obligado a los israelíes ver en los palestinos de los territorios ocupados un gran peligro en cualquier batalla que se avecina, un peligro tan urgente que vio obligado a entrenar y hacer planes para enfrentarlo.
Todos estos peligros coinciden con la escalada del enfrentamiento con otros grupos de la Resistencia que rodean a Israel, lo que lo hace vulnerable a decenas de miles desde El Líbano, Siria, Irak, Yemen e Irán. Al mismo tiempo, el régimen de Tel Aviv vio cómo Estados Unidos abandona a sus aliados, tal y como sucedió en Ucrania y en Afganistán.
Todo lo mencionado, pone a Israel frente a riesgos existenciales, y obliga a los israelíes dudar del destino de su régimen, pero esto no significa necesariamente que se trate de un destino cercano o lejano, sino más bien un paso hacia un declive acelerado para su desaparición.
Por Mohsen Khalif