Dominicanos recuperan en MLB poder en un entorno de «pelota pequeña»

A pesar de que los robos de bases y los toques se han vuelto una herramienta más utilizada, tras los cambios de reglas para la temporada 2023, las estrellas quisqueyanas están generando más cuadrangulares que en años anteriores.

El “juego pequeño” ha vuelto a las Grandes Ligas y contrario a lo que se podría esperar ante esta situación, en la que mover los corredores se considera más importante, también lo ha hecho el poder en el caso de los bateadores dominicanos, quienes ya superan en cuadrangulares lo logrado en las últimas campañas.

En un ecosistema en que el robo de base se ha hecho muchísimo más atractivo para los equipos, lo que queda comprobado con que la liga va camino a su primera campaña de más de tres mil bases robadas desde el 2012 (2,977 antes del inicio de la jornada del 7 de septiembre) y donde también el toque de bola ha tenido cierto regreso, en especial en entradas extra, lo adecuado sería pensar que los equipos de mayor velocidad y contacto apostarían por esta estrategia. Sin embargo, a diferencia de lo que se puede creer, para los dominicanos, 2023 se ha convertido en un ecosistema para cuadrangulares.

En estos momentos, República Dominicana cuenta con un total de 14 bateadores con al menos 20 cuadrangulares. Esto supera lo hecho en 2021 (12) y 2022 (11), teniendo que irnos hasta la campaña de 2019 para encontrar un número igual o superior (24) de quisqueyanos en dicho departamento.

De hecho, tomando en cuenta el calendario, la República Dominicana puede agregar a varios peloteros más en esas cifras, de mantenerse saludables y recibiendo la cantidad de turnos necesarios dentro de sus escuadras.

El surgimiento de poder de 2023, aunque detiene la tendencia de las últimas temporadas de una reducción en cuanto a la cantidad de bates que alcanzaban dicha cifra de jonrones y muestra lo que pudiese ser el principio de un resurgir en el departamento de poder, también muestra que, en total, los dominicanos están conectando menos jonrones de manera colectiva que campañas anteriores, volviendo a tomar como referencia 2019, donde once quisqueyanos conectaron al menos 30 vuelacercas.

Esto apunta a una recuperación del poder de manera parcial en un ambiente donde el promedio, los equipos han permitido 170 jonrones en lo que va de año y las efectividades colectivas rondan los 4.35. Lo que queda por ver es la evolución que esta situación tendrá para 2024 y si se convertirá en una tendencia que los bates dominicanos vuelvan a conectar más cuadrangulares o si continuará lo que se vio en los dos últimos años.

ESPN

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Leonela G (126)

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