Dominicanos, sin bajar la guardia
Por Charlie Núñez
El presidente Luis Rodolfo Abinader Corona procedió a retirar del Congreso Nacional su reforma fiscal o tributaria, no sin antes estrujarnos en la cara que la misma constituía un acto de transparencia, honestidad, sinceridad responsabilidad y cuantas cosas soltó para convencernos de que lo hizo por nosotros.
Según él, su equipo económico presentó su propuesta de “modernización fiscal” al congreso para su debate, después de acusar a sus antecesores de no haber asumido su responsabilidad.
Digamos las cosas como son.
La intensión de Abinader no era discutir y consensuar ni siquiera con sus propios compañeros, sino imponer la reforma.
El mismo nombre que se inventaron de “modernización fiscal” es una manipulación, gastar una millonada para convencer al pueblo a través de mensajes publicitarios y de “vocingleros”, más que manipulación y engaño, es un abuso y una irresponsabilidad.
Como expresamos en una entrega anterior, no hubo un sector o ciudadano, por humilde que sea, que Luis y su equipo no intentara meterle la mano a los bolsillos.
La reforma enviada al congreso es tan irresponsable como las acciones que provocaron llegar a esta desesperada salida, no para el futuro de la República Dominicana, sino para pagar el festín de nombramientos y pensiones improcedentes e innecesarios para el país, pero necesarios para Abinader y su reelección.
Se retira el proyecto y no hay un plan, la idea es tomar algunas medidas a la vez que siguen las promesas y los cantos de sirena; mientras tanto, entre la “reforma necesaria” y el retiro “porque escucho”, ¿qué deben pensar los organismos internacionales, los potenciales inversores e inversores actuales, locales y extranjeros, y la población en sentido general?
Si se podía gobernar y avanzar sin reforma, ¿por qué la presentaron y la motivaron?; además, ¿por qué tan agresiva?
Dentro de la transparencia que nos muestran, ¿cuánto le costó al pueblo la sola preparación y “motivación” de la misma?
El Gobierno nos manipula y nos miente, debemos permanecer con los ojos abiertos; quedó demostrado que un pueblo empoderado es invencible, que no nos sorprendan después con un discurso como este:
“Pueblo dominicano: un tiempo atrás, motivados siempre por brindar bienestar a nuestra población, presentamos un proyecto de “modernización fiscal” que retiramos porque la mayoría no estaba de acuerdo y nosotros ponemos el oído en el corazón del pueblo. Hemos hecho todo tipo de sacrificio, hemos ajustado todo lo posible, pero ya el Gobierno no puede más y por eso apelamos a la comprensión de todos ustedes”.
Si escuchan eso, corran a buscar las cacerolas, que ya “los verdugos” se pusieron de acuerdo y vienen por nosotros.