Donald Trump es encausado por Departamento de Justicia por sus intentos de anular elección de 2020

Por ERIC TUCKER

WASHINGTON, 1 agosto — Donald Trump fue acusado formalmente de delitos graves el martes por tratar de anular los resultados de las elecciones de 2020 en los días previos a la violenta revuelta de sus simpatizantes en el Capitolio federal, ya que el Departamento de Justicia está tomando medidas para que rinda cuentas por un intento sin precedentes de bloquear la transferencia pacífica del poder presidencial.

El acta de acusación con cuatro cargos, el tercer caso penal en contra de Trump, revela nuevos detalles sobre un oscuro capítulo en la historia de Estados Unidos que ya ha sido objeto de minuciosas investigaciones federales y cautivadoras audiencias públicas. Describe una campaña de mentiras de varios meses en torno a los resultados electorales y asegura que, incluso cuando esas falsedades culminaron en una caótica insurrección en el Capitolio, Trump intentó sacar provecho a esos actos de violencia para demorar todavía más el conteo de votos colegiados que selló su derrota.

En un año de problemas legales en rápida sucesión para Trump, el caso penal presentado el martes —que incluye cargos de asociación delictuosa para defraudar al gobierno de Estados Unidos que alguna vez encabezó— fue particularmente impactante por las acusaciones de que un exmandatario arremetió contra las “funciones fundamentales” de la democracia. Es la primera vez que al presidente derrotado se le exigen cuentas por su intento desesperado, y eventualmente fallido, de aferrarse al poder, el cual culminó con el ataque al Capitolio.

“El ataque al Capitolio de nuestra nación el 6 de enero de 2021 fue un asalto sin precedentes a la sede de la democracia estadounidense”, dijo el fiscal especial Jack Smith, cuya oficina dedicó meses a investigar a Trump. “Fue impulsado con mentiras, mentiras del acusado dirigidas a obstaculizar una función fundamental del gobierno federal de Estados Unidos: El proceso nacional de recolectar, escrutar y certificar los resultados de la elección presidencial”.

Aunque Trump fue el único acusado en el acta del martes, los fiscales se refirieron indirectamente a media docena de cómplices, incluidos abogados dentro y fuera del gobierno, que colaboraron con Trump para tratar de anular los resultados de la elección. El acta menciona notas escritas a mano del exvicepresidente Mike Pence que se refieren los incesantes acosos de Trump para rechazar el conteo de votos colegiados, y en las que Pence narra cómo Trump lo fustigó en alguna conversación por ser “demasiado honesto” para frenar la certificación.

Además, acusa a Trump y a sus aliados” de sacar provecho a la violencia y al caos” al pedir a los legisladores la tarde del 6 de enero que aplazaran la certificación de la victoria de Joe Biden.

Trump tiene programado comparecer el jueves ante la jueza federal Tanya Chutkan, el primer paso en el proceso legal que se desarrollará en un tribunal ubicado entre la Casa Blanca que alguna vez controló y el Capitolio en el que sus simpatizantes alguna vez irrumpieron. El expresidente y sus simpatizantes, e incluso algunos de sus rivales, ya han comenzado a restarle importancia a la nueva acusación, a la que califican como otro simple proceso con fines políticos. Sin embargo los cargos se derivan de una de las amenazas más graves a la democracia estadounidense en la historia moderna.

La acusación, que se produce en momentos en que Trump lidera la contienda interna del Partido Republicano por la nominación presidencial para 2024, se enfoca en los turbulentos dos meses posteriores a los comicios de 2020 en los que Trump se rehusó a aceptar su derrota y difundió mentiras de que le robaron la victoria. El caos tuvo como resultado el ataque al Capitolio federal, cuando simpatizantes de Trump irrumpieron en el recinto, atacaron a policías e interrumpieron el conteo legislativo de votos colegiados.

En el periodo entre las elecciones y la revuelta, Trump exhortó a funcionarios electorales locales a revertir los resultados de las votaciones en sus estados, presionó a Pence para que suspendiera la certificación de votos del Colegio Electoral y afirmó falsamente que la elección le había sido robada, una noción que los jueces rechazaron en reiteradas ocasiones.

Según el acta, las afirmaciones de Trump de que ganó la elección eran “falsas, y el acusado sabía que eran falsas. Pero de igual forma el acusado las repitió y diseminó ampliamente, para hacer parecer que sus declaraciones que sabía que eran falsas parecieran legítimas, para crear un intenso ambiente nacional de desconfianza y molestia, y para socavar la confianza del público en la administración de la elección”.

La acusación era algo esperado desde que Trump dijo a mediados de julio que el Departamento de Justicia le había informado que era objeto de su investigación. Una comisión bipartidista de la Cámara de Representantes que pasó meses investigando lo sucedido antes del asalto al Capitolio también recomendó procesar judicialmente a Trump por diversos cargos, incluyendo ayudar a una insurrección y obstrucción de un procedimiento oficial.

El acta incluye cargos de asociación delictuosa para defraudar a Estados Unidos, asociación delictuosa para obstaculizar un procedimiento oficial y violar un estatuto posterior a la era de la reconstrucción de la guerra civil que criminaliza conspirar para violar los derechos garantizados en la Constitución; en este caso: el derecho al voto.

La creciente lista de casos penales en contra de Trump se desarrolla en medio de la contienda rumbo a 2024. Una sentencia condenatoria en este, o en cualquier otro caso, no evitaría que Trump compitiera por la Casa Blanca o que gane la presidencia, aunque como mandatario, Trump en teoría podría designar a un secretario de Justicia que desestime los cargos o incluso otorgarse a sí mismo un indulto.

En Nueva York, fiscales estatales han acusado a Trump de falsificar registros contables relacionados con el pago para silenciar a una actriz porno que afirma que tuvo una relación extramarital con el empresario antes de los comicios de 2016. Ese juicio inicia a finales de marzo.

En Florida, el Departamento de Justicia ha presentado más de 30 cargos por delitos graves en contra de Trump por posesión ilícita de documentos confidenciales después de dejar la Casa Blanca y ocultarlos del gobierno. Dicho juicio está programado para finales de mayo.

Los fiscales de Georgia están investigando los intentos de Trump y sus aliados de revertir su derrota electoral ante Biden allí en 2020. Se espera que el fiscal de distrito del condado Fulton anuncie una decisión sobre si acusa al expresidente en cuestión de semanas.

AP

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