¿Dónde está el problema migratorio?

Samuel Luna

Todos los dominicanos hemos visto algo que no era común: Una  unificación patriótica y democrática entre líderes políticos que han gobernado a la República Dominicana en los últimos 29 años. La población ha felicitado al presidente Luis Abinader y a los expresidentes Danilo Medina, Hipólito Mejía y Leonel Fernández, por tomar la decisión de juntarse para buscar una solución a la crisis migratoria. En ese encuentro se habló de posibles soluciones al problema migratorio; además, el encuentro marcó un precedente para generar otras posibles reuniones con el fin de fortalecer la seguridad nacional. Algunos han aplaudido la acción de esos líderes políticos, porque dicho gesto, alimenta el ejercicio democrático y sella un modelo a seguir para otras futuras reuniones de índole patriótico; a pesar de todas esas felicitaciones sugiero  reflexionar y dejar claro que debemos analizar con cuidado el propósito de ese encuentro.

Hemos leído  en la prensa que la reunión fue hecha para tratar la situación haitiana y su impacto en la estabilidad nacional. También los medios de comunicación han dicho que Luis Abinader externó la necesidad de actuar con visión de Estado, valorando la trayectoria, la experiencia y el liderazgo de los expresidentes como elementos fundamentales para definir una postura nacional firme y unificada ante una crisis sin precedentes.

A pesar de la crisis migratoria de hoy, de la cual no somos inocentes, tenemos que entender el fenómeno migratorio como una oportunidad para promover la prosperidad y la transformación integral de nuestro país; claro, debemos abordar la migración desde una posición controlada, sin discriminación y sin odio, pero sí, usando el peso de la ley para generar así un Estado con institucionalidad. Ya muy bien lo sabemos, que para generar institucionalidad en el Estado dominicano, es urgente crear una batería de líderes íntegros, con visión, con pasión y con dignidad.

Quiero volver a repetir de forma escrita y explícita: ¡El problema no es Haití! El problema lo tenemos nosotros, nuestras leyes  migratorias no están claras, y si están claras las violamos sin sufrir consecuencias. El problema no es Haití, somos nosotros, porque no tenemos una política Geocultural, los gobiernos no han integrado lo cultural con lo geográfico. El problema no es Haití, somos nosotros, porque no poseemos permisos de trabajo para que los haitianos lleguen a territorio dominicano y puedan operar bajo un marco legal que garantice la seguridad del empleador, del empleado y una buena relación comercial entre las dos naciones. El problema no es Haití, somos nosotros, porque los gobiernos se han enfocado en la ciudad, esquivando el campo y abandonando las franjas fronterizas, creando acciones comerciales centrípetas que debilitan nuestras zonas rurales, produciendo salidas masivas hacia las ciudades y dejando vacíos sin opciones para muchos dominicanos.

Quiero terminar con un pensamiento que logré articular y plasmar, explico: Cuando un presidente busca  reunirse con expresidentes para buscar solución a la crisis migratoria, nos está diciendo que el país no posee un manual con políticas escritas y explícitas; además, está dejando claro que las instituciones no están funcionando correctamente. A esto se le suma la percepción que ellos (los 4 líderes políticos reunidos) generaron, la idea o mensaje lanzado que nos dice que la decisión que ellos tomarán a partir de esa reunión no está respaldada legalmente; y como es algo anormal necesita respaldo”.

Un problema migratorio no puede reposar en las manos de líderes y dueños de partidos políticos, debe ser enfrentado con políticas sustentadas en la institucionalidad que fortalece el Estado.

Hoy

Comentarios
Difundelo