EE.UU. insta a México y Ecuador a resolver conflictos siguiendo normas internacionales tras incidente en embajada
Washungton, 7 abril – En un reciente pronunciamiento, el Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su firme rechazo frente a la incursión de la Policía de Ecuador en la embajada de México en Quito. Este acto ha levantado controversia debido a la captura de Jorge Glas, ex vicepresidente ecuatoriano, quien había sido acogido bajo asilo político por el Gobierno de México desde diciembre del año pasado.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, enfatizó la importancia de respetar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, subrayando el compromiso de Estados Unidos con las obligaciones que los países deben mantener bajo la ley internacional, particularmente en lo que respecta a la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.
El conflicto se agudizó tras la decisión de Ecuador de entrar en la sede diplomática mexicana para detener a Glas, argumentando un «riesgo real de fuga inminente» y alegando haber «agotado el diálogo diplomático» con México sobre este asunto. Gabriela Sommerfeld, ministra de Exteriores de Ecuador, defendió la acción, señalando que ninguna persona condenada puede ser vista como un perseguido político y acusó a México de contravenir principios fundamentales del Derecho Internacional al otorgarle asilo a Glas.
La ruptura de las relaciones diplomáticas entre México y Ecuador se hizo evidente cuando México protegió su embajada en Ciudad de México tras el incidente, alegando la violación de la Convención de Viena y el derecho internacional por parte de Ecuador.
El Gobierno de Estados Unidos, a través de su Departamento de Estado, ha urgido a ambos países, considerados socios cruciales de Washington, a resolver sus diferencias acorde a las normas internacionales, subrayando el valor que EE.UU. otorga a sus relaciones con ambas naciones.
La ministra Sommerfeld enfatizó que la acción ecuatoriana no solo buscaba asegurar la justicia, sino también defender la democracia, la paz y la seguridad de los ecuatorianos, criticando el abuso de inmunidades y privilegios diplomáticos por parte de México. Hizo hincapié en el deber de todas las partes con privilegios e inmunidades diplomáticas de respetar y acatar las leyes del Estado receptor, incluyendo la no intervención en sus asuntos internos, tal como lo estipula el artículo 41 de la Convención de Viena.
