EE.UU. y Kenia guardan silencio sobre futuro de misión a Haití
Washington, 2 febrero – El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, recibió ayer al ministro de Exteriores de Kenia, Musalia Mudavadi, días después del revés judicial a la misión internacional que el país africano pretende liderar para atajar la crisis de seguridad de Haití.
En los comentarios iniciales antes de la reunión a puerta cerrada en la sede del Departamento de Estado, ambos destacaron la cooperación entre Estados Unidos y Kenia, pero no comentaron nada sobre el futuro de dicha misión, que tiene el respaldo de Washington.
Blinken dijo que el país africano es un «socio democrático clave» de Estados Unidos y alabó que cada vez tiene un mayor papel a la hora de «abordar desafíos regionales y globales».
«Estamos agradecidos por esta alianza», recalcó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Mudavadi trasladó a Blinken los «saludos cordiales» del presidente de Kenia, William Ruto, y le extendió la mano para «consolidar la cooperación en las diversas cuestiones que deben abordarse».
El Tribunal Superior de Nairobi prohibió el viernes pasado el despliegue de mil policías de Kenia en Haití como parte de una misión multinacional de las Naciones Unidas, después de establecer que el Consejo de Seguridad Nacional keniano no tiene potestad para mandar a los agentes de seguridad al extranjero.
El veredicto de esta corte supone un nuevo obstáculo para la misión de Kenia en Haití, que se ofreció a liderar un contingente multinacional para mejorar la seguridad del país caribeño aprobado el pasado 2 de octubre por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El propio Gobierno haitiano pidió esa misión, que contó con el respaldo del secretario general de la ONU, António Guterres.
Haití dijo el domingo que espera un resultado «rápido y positivo» sobre la misión y Estados Unidos reafirmó su apoyo al operativo.
La violencia experimentó un aumento del 8 % en Haití entre octubre y diciembre de 2023 respecto al trimestre anterior, para alcanzar un total de más de 8.400 víctimas desde enero de ese año, informó este jueves el Departamento de Derechos Humanos de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (Binuh).
La expansión de la violencia por parte de grupos criminales se produjo particularmente en el departamento de Artibonite y en la periferia sur de la capital, con un aumento de la violencia sexual en varios municipios, según el último informe trimestral de la organización.
La representante especial del secretario general de la ONU y jefa de la Binuh, María Isabel Salvador, enfatizó que esta violencia conduce a una inseguridad crónica, amenazando la estabilidad y el bienestar de los ciudadanos.
El documento también revela el impacto en los niños, con al menos 53 menores víctimas de violencia o involucrados en actividades criminales, y destaca los obstáculos existentes para entregar ayuda humanitaria o para desplazarse en vehículos debido al control de las carreteras por parte de las pandillas armadas.
Por otra parte, el texto señala que el sistema judicial, afectado por la violencia y problemas estructurales, muestra algunos signos de mejora con medidas para reducir la prisión preventiva durante este período, en el que se procesaron 400 casos que resultaron en la liberación de al menos 258 personas.
Sin embargo, las operaciones policiales han visto un aumento de víctimas, lo que pone de relieve la persistente inseguridad, de acuerdo con un comunicado de la ONU.
Ante esta situación, el informe llama a la comunidad internacional a mantener a Haití en la agenda y respalda la importancia de desplegar una misión multinacional de apoyo a la seguridad, que estaría liderada por Kenia y en la que participarían fuerzas de Bahamas, Antigua, Barbuda y Jamaica, aunque su entrada en acción se mantiene en suspenso.
La nota resalta el compromiso y la determinación de los Estados miembros de Naciones Unidas para enviar una fuerza internacional a Haití, tal y como solicitara el primer ministro haitiano, Ariel Henry, en octubre de 2022, sin que se haya establecido una fecha y un plan concreto de actuación para pacificar el país caribeño.
Más de 2.300 personas fueron asesinadas, heridas o secuestradas en Haití entre octubre y diciembre del año pasado, un incremento de casi el 10% en comparación con el trimestre previo, según un nuevo informe de Naciones Unidas dado a conocer el jueves.
Tan sólo el número de homicidios superó los 1.600 durante el periodo. Las autoridades atribuyen la cifra al vacío que se creó por la muerte de un poderoso líder pandillero conocido como Andrice Isca, lo que desató disputas territoriales en el barrio Cité Soleil de Puerto Príncipe.
Los funcionarios señalaron que al menos 262 pandilleros murieron en el último trimestre del año pasado, pero destacaron que estas bajas apenas se percibieron, dado que «las facilidades de reclutamiento entre las poblaciones pobres que viven bajo su control les permitieron reponer rápidamente sus filas».
El informe también halló que casi 700 personas fueron secuestradas entre octubre y diciembre, un aumento de casi el 20% respecto al trimestre anterior.
«Ninguna categoría social estuvo a salvo: desde vendedores ambulantes y agricultores… hasta profesionales de alto nivel, incluidos doctores y servidores públicos», de acuerdo con el documento. También siguen en aumento las violaciones de niñas y mujeres.
EFE