Inteligencia artificial en la educación dominicana: entre oportunidades y desafíos

Santo Domingo, 11 diciembre – El uso de herramientas de inteligencia artificial, como ChatGPT, se está expandiendo rápidamente en la República Dominicana, tanto en escuelas públicas de barrios marginados como en universidades de prestigio.

Este fenómeno revela una nueva dimensión de los desafíos educativos, especialmente en un sistema que ya enfrenta grandes dificultades en matemáticas, lectura y ciencias, según lo evidenciado por las pruebas PISA.

Una publicación del diario El Caribe destaca que la creciente adopción de estas herramientas plantea interrogantes y divide opiniones entre quienes las ven como una oportunidad de optimización del aprendizaje y quienes temen que puedan debilitar habilidades esenciales como el pensamiento crítico y la creatividad.

En medio de este debate, surge un consenso en la necesidad de que el país adopte políticas públicas claras y efectivas para guiar el uso ético y responsable de la inteligencia artificial en la educación. Expertos, docentes y estudiantes coinciden en que no se trata de evitar su uso, sino de integrarlo de manera estratégica, garantizando que estas herramientas complementen, y no sustituyan, los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Manuel Núñez, director del proyecto Libro Abierto del Ministerio de Educación (Minerd), considera que las herramientas de inteligencia artificial forman parte intrínseca de la cultura de los jóvenes actuales, lo que hace imposible ignorarlas.

Según Núñez, «el uso de ChatGPT es un reto inevitable, no es algo que podamos excluir de las vidas y experiencias de los estudiantes». Bajo esta premisa, el Minerd ha integrado herramientas de IA en sus plataformas educativas, diseñadas para enriquecer la experiencia de aprendizaje, ayudando a los estudiantes a buscar información y complementar sus conocimientos.

Sin embargo, Núñez advierte que el uso de estas herramientas se convierte en un problema cuando los estudiantes las emplean para evitar procesos reflexivos o como un sustituto directo de su esfuerzo.

En este sentido, señaló la importancia de desalentar el plagio y fomentar un uso racional de la IA que preserve los objetivos fundamentales de la educación. Núñez compara la actual situación con la introducción de las calculadoras, que en su momento facilitaron el aprendizaje, pero también llevaron a que muchos estudiantes olvidaran habilidades básicas como la multiplicación o la resolución manual de ecuaciones.

El impacto de ChatGPT no se limita al ámbito escolar. En las universidades dominicanas, su uso está generando debates intensos entre estudiantes y docentes. Abdías Pérez, estudiante de término en Lengua y Literatura, se resiste a emplear la herramienta, pues considera que delegar tareas a una máquina compromete la autenticidad de su aprendizaje.

“Prefiero que mis logros reflejen mi esfuerzo personal. Usar ChatGPT para obtener una calificación alta no tiene sentido para mí”, afirmó. En contraste, Cindy Morillo, estudiante de Marketing Digital, ve a ChatGPT como una herramienta útil para optimizar el tiempo y aumentar su rendimiento académico. “No lo uso para hacer todo el trabajo, pero sí para buscar información y resumir contenidos. Es un recurso que facilita mi aprendizaje”, explicó.

Por su parte, Johann Rotestan, estudiante de Informática en la UASD, considera que ChatGPT le ha ayudado a superar dificultades en materias complejas, actuando como un tutor personalizado. “No siento que me haya retrasado; al contrario, me ha permitido aprender cosas que antes me resultaban difíciles de comprender”, destacó. Este enfoque positivo contrasta con la preocupación de algunos docentes, quienes temen que el uso de herramientas de IA fomente la dependencia y debilite habilidades críticas en los estudiantes.

Ibeth Guzmán, docente y miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, ve con escepticismo la proliferación de la inteligencia artificial en las aulas. Según Guzmán, esta dependencia podría erosionar la capacidad de los estudiantes para identificar la voz humana en textos literarios y comprometer su desarrollo intelectual.

A pesar de su optimismo inicial, sus experiencias en el aula la han llevado a ser más cautelosa, alertando sobre el riesgo de que estas herramientas desplacen el esfuerzo creativo. En contraste, Sabine Mary de Juan, docente del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), adopta una postura más optimista, señalando los beneficios de la IA para personalizar el aprendizaje y fomentar la investigación autónoma.

embargo, enfatiza que un uso excesivo de estas herramientas puede obstaculizar el desarrollo de habilidades como la resolución de problemas y el análisis crítico.

Organizaciones como Acción Empresarial por la Educación (Educa) también reconocen el potencial transformador de herramientas como ChatGPT en el ámbito educativo. Según Educa, estas tecnologías pueden actuar como asistentes que proporcionen explicaciones adicionales y apoyen el aprendizaje personalizado.

Sin embargo, también advierten sobre los riesgos de una dependencia excesiva, que podría afectar la capacidad de los estudiantes para resolver problemas de manera autónoma. Darwin Caraballo, director ejecutivo de Educa, subrayó la importancia de actualizar los métodos de evaluación para garantizar que los estudiantes no solo sean valorados por sus resultados, sino también por sus procesos de aprendizaje.

Frente a esta realidad, Educa propone una serie de medidas para enfrentar los retos que plantea el uso de la inteligencia artificial en la educación. Entre estas destacan la necesidad de establecer un marco regulatorio que promueva el uso ético de estas herramientas, así como la implementación de metodologías de evaluación que midan el pensamiento crítico y la comprensión profunda.

También recomiendan incluir talleres sobre el funcionamiento y las limitaciones de la IA, tanto para estudiantes como para docentes, con el objetivo de fomentar un uso consciente y efectivo.

Los expertos coinciden en que el uso de la inteligencia artificial en la educación no es una moda pasajera, sino una transformación irreversible que debe ser abordada con estrategias claras y responsables.

En palabras de Guzmán, “es necesario organizar un foro nacional donde participen las universidades, el Estado y otros actores clave, para diseñar un enfoque colectivo que asegure la integración adecuada de estas tecnologías en el sistema educativo”.

En definitiva, la incorporación de ChatGPT y otras herramientas de IA en la educación dominicana representa un desafío y una oportunidad al mismo tiempo. Si se gestiona correctamente, la inteligencia artificial podría convertirse en un aliado para modernizar el sistema educativo y preparar a las nuevas generaciones para enfrentar los retos del futuro.

embargo, su implementación requiere un equilibrio cuidadoso entre innovación, ética y responsabilidad, garantizando que estas tecnologías sean un complemento y no un sustituto del aprendizaje crítico y reflexivo. En este camino, el compromiso de estudiantes, docentes, instituciones y el Estado será clave para transformar la educación en la República Dominicana y adaptarla a las exigencias del siglo XXI.

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