El efecto Luis Abinader en las elecciones municipales

Julio E. Diaz Sosa

El pasado domingo 18 de febrero se celebraron elecciones generales municipales, la segunda desde el año 2020, lo que permitió al órgano electoral recobrar la confianza de la población dominicana para organizar este tipo de procesos, tras la suspensión de los comicios del 16 de febrero de 2020. Esta es la tercera ocasión en la historia política de la República Dominicana que se celebran comicios a nivel municipal exclusivamente desde 1968.

El panorama político comenzó a reconfigurarse de cara a estos comicios desde el 13 de agosto del 2023, cuando el presidente de la República, Luis Abinader, anunció al país que iba a buscar la reelección presidencial. De inmediato, el 21 de agosto de 2023, la oposición política encabezada por tres organizaciones mayoritarias: Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Partido Fuerza del Pueblo (FP) y Partido Revolucionario Dominicano (PRD), anunciaron una alianza a nivel municipal denominada «Alianza Rescate-RD» con el objetivo de derrotar al oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) en dicho certamen para construir una narrativa de victoria de cara a los comicios congresuales y presidenciales de mayo de 2024.

Sin embargo, la organización política oficialista inició desde septiembre de 2023 los aprestos para concertar alianzas políticas de cara a los comicios de febrero y mayo de 2024. Al final, logró concretizar la coalición política más grande de la historia política nacional que agrupa a 22 organizaciones políticas, y pasó a denominarse “Alianza RD Avanza”. De inmediato, la oposición política restó importancia a la coalición oficialista, argumentando que su alianza la componían tres de las principales cuatro fuerzas políticas del país. De igual manera, algunos dirigentes de la coalición opositora llegaron a decir que obtendrían el 60% de las alcaldías a nivel nacional.

Hacia finales del año 2023, todas las encuestas arrojaban una victoria del presidente Abinader en primera vuelta, y como su figura estaba colocada en niveles estratosféricos en comparación con su partido. Dado este escenario, luego de las festividades navideñas, el presidente Luis Abinader inició un recorrido por toda la geografía nacional desde el 7 de enero al 11 de febrero para ayudar a los candidatos de su organización política a salir airosos del proceso electoral. Durante la campaña electoral, el primer mandatario predijo que se avecinaba un tsunami electoral a favor de la coalición oficialista el 18 de febrero, y, de hecho, así ocurrió.

Visitas de Luis Abinader durante la campaña de las elecciones municipales 2024
DemarcaciónPRMPLDFPAlianza Rescate RD
Villa Tapia58.90%  41.90%
Salcedo62.78%7.52%29.55% 
Tenares46.29%3.57%49.80% 
San Francisco de Macorís53.69%  45.77%
Boca Chica50.48%18.96%28.62% 
San Antonio de Guerra50.58%  49.29%
Santo Domingo Este58.73%35.14%5.02% 
Quita Sueño40.48%42.05%  17.03% 
Haina45.94%13.88%39.33% 
San Cristóbal56.13%18.99%23.33% 
Villa Altagracia41.04%  58.14%
Hato Mayor54.08%41.49%3.30% 
Monte Plata46.69%  52.46%
Santiago de los Caballeros61.63%  37.91%
Azua61.29%10.17%27.56% 
San Juan de la Maguana45.13%  53.84%
Barahona40.54%2.91%38.69% 
Santo Domingo Norte55.65%  43.49%
Pantoja45.58%5.93%16.76% 
La Victoria49.30%19.60%27.81% 
Cienfuegos, Santiago48.91%  39.79%
Montellano56.51%26.25%17.24% 
Puerto Plata58.75%31.26%7.31% 
Dajabón45.50%45.47%7.82% 
Mao, Valverde53.73%39.08%7.19% 
Fantino60.58%  39.42%
Angelina48.83%  51.17%
La Mata62.87%  37.13%
Cotuí55.60%15.78%28.34% 
Los Alcarrizos67.15%7.58%15.73% 
Jarabacoa47.72%48.05%4.03% 
Constanza55.73%9.32%34.71% 
Distrito Nacional61.11%  37.61%

Como se puede apreciar en la siguiente tabla, el presidente Abinader visitó 33 localidades entre municipios y distritos municipales. El PRM y aliados solo perdieron en siete demarcaciones: Tenares (municipio), Quita Sueño (distrito municipal perteneciente al municipio Bajos de Haina), Villa Altagracia (municipio), Monte Plata (municipio), San Juan de la Maguana (municipio), Angelina (distrito municipal que pertenece al municipio Villa La Mata, provincia Sánchez Ramírez) y Jarabacoa (municipio). El porcentaje promedio de votación que obtuvo el PRM y aliados en las 26 demarcaciones que ganaron donde estuvo el presidente Abinader fue de un 55.07%.

No obstante, si seguimos desmenuzando los datos, la victoria electoral del PRM y aliados es aún más contundente. Por ejemplo, de los 20 municipios con más inscritos en el padrón electoral, que totalizan 4,500,389 de electores, que representan un 62.2% del total del padrón nacional de 7,235,151 de electores (excluyendo los 870,000 electores del exterior). El PRM y aliados salieron victoriosos en 19 de 20 de esos municipios, solo perdieron en el municipio de San Juan de la Maguana. El porcentaje promedio obtenido por el oficialismo en esos 20 municipios fue de un 59.85%. El PRM y aliados obtuvieron el 60% del total de los votos a nivel municipal, mientras que el PLD y la FP recibieron en conjunto el 36.5% de los sufragios. Esto a su vez se tradujo en que el PRM y aliados obtuvieron 135 de 158 alcaldías, para un 85% del total, y 188 de 235 de los distritos municipales para un 80% del total, esto sin dudas, representa una verdadera marea azul.

En realidad, la oposición política encabezada en la “Alianza Rescate-RD” ha quedado prácticamente estrangulada, y su narrativa antes de las elecciones municipales así lo indicaba, ya que semanas antes de los comicios esgrimían el argumento de que las elecciones de febrero no son determinantes para el triunfo en las elecciones presidenciales y congresuales de mayo. La realidad factual es que cada nivel de elección tiene sus particularidades, y desde el punto de vista de la teoría política, no es cierto que el resultado de un proceso electoral en particular determine el resultado del próximo. Sin embargo, en la praxis política, la percepción juega un rol determinante en los resultados de las victorias electorales, y más cuando se tiene un proceso electoral tan cerca uno del otro.

En el caso de la República Dominicana, la percepción de victoria es fundamental a la hora de construir mayoría electoral, debido al comportamiento sui géneris de la franja de votantes indecisos, que en su gran mayoría tiende a votar por quien va a ganar. Es ahí donde radica la importancia de ganar estas elecciones de febrero, porque el partido que resultó ganador en estos comicios de manera aplastante, en este caso el Partido Revolucionario Moderno (PRM), se erige como el partido vencedor de las próximas elecciones. Este nuevo escenario político motiva a las bases de ese partido a seguir trabajando en el proselitismo, y a su vez, esa franja de indecisos volcará sus simpatías hacia el candidato presidencial de esa organización política, Luis Abinader, que aparece puntero en todas las encuestas, y su partido luce imbatible de cara a las elecciones de mayo. Ver el mapa nacional pintado de azul es una imagen que se queda impregnada en la psique del votante, algo que es difícil de borrar. Esa percepción de victoria arrolladora es lo que está llevando a pensar a la mayoría de los votantes que, si gana estas elecciones de manera abrumadora, ganará las elecciones presidenciales de mayo en primera vuelta.

Finalmente, en actitud vesánica por parte de la oposición para desconocer la debacle electoral que sufrieron el domingo pasado, apelan a la alta abstención electoral. La realidad es que este tipo de comicios no generan el interés general de la población por una multiplicidad de factores, entre ellos: la antipolítica, las ofertas programáticas de los candidatos, entre otras razones. Sin embargo, los niveles de abstención de este proceso van en sintonía con los procesos congresuales y municipales celebrados en el país desde 1998. La abstención en 1998 fue de un 49%, en 2002 de un 47%, en 2006 de un 42%, en 2010 de un 43%, en 2020 de un 51% y en 2024 de un 47.9%, excluimos el año 2016 del análisis porque las elecciones municipales y congresuales se celebraron junto con las presidenciales. La abstención promedio histórica de las elecciones intermedias es de un 46.4%, por lo cual la abstención del pasado domingo está en consonancia con el promedio histórico. La lectura que debe darle la oposición a este proceso es la de un cambio de estrategia y enfoque, porque lo contrario, el efecto Luis Abinader será aún más devastador en mayo.

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