El encuentro con la Reina

Margarita Cedeño

¿A quién no le ha llamado la atención la Realeza británica? ¿Quiénes no han soñado con la vida de una Princesa, de un Príncipe, de un Rey o una Reina? ¿Quién no ha sentido curiosidad por las intimidades de la vida en los Palacios Reales, sobre cómo piensan los Monarcas y qué les motiva a tomar una decisión u otra? 

Ningún ser humano estuvo ajeno a la vida y obra de Su Majestad Reina Isabel II del Reino Unido, monarca del pueblo británico y de otros catorce Estados independientes, pero, sobre todo, una mujer tenaz, valiente, con mucha gallardía, que demostró la capacidad de la mujer en la conducción del Estado, en momentos difíciles para la historia de la humanidad.  La República Dominicana ha sabido mantener buenas relaciones con el Reino Unido. De hecho, durante la dictadura, la visión de la política exterior, impregnada de la sapiencia y calidad de una diplomacia del más alto nivel, privilegió el trato con las grandes potencias, como Estados Unidos, Francia, Reino Unido y otros países más, como una prioridad no solo legal y política, sino también social.  Sin embargo, le tocó a Leonel Fernández ser el primer Presidente dominicano en ser recibido en visita de Estado en el año 2006 y a mí, por ser su esposa, el gran honor de conocerla y compartir con la Reina que tantas veces había visto en la televisión, en las revistas y en los periódicos, que tanta ilusión me generaba como mujer.

Esa visita abriría las puertas a un intercambio comercial más fluido entre ambos países, especialmente en lo relativo a la exportación de productos dominicanos como el cacao, el plátano, la guayaba, los mangos, el aguacate, el ron y los cigarros, productos que en todo el Reino Unido son reconocidos como de origen dominicano, mayormente. De igual manera, dio un mayor impulso al turismo británico hacia República Dominicana, que se había concentrado mayormente en Puerto Plata. 

Ese reconocimiento del país como destino turístico se mantiene. Hasta agosto del año 2022, un total de 125,103 turistas procedentes del Reino Unido han pasado días de asueto en las playas dominicanas, aportando al producto interno bruto y a nuestra marca país.

Evidentemente, la visita a la Reina es un hecho inolvidable. Acudimos al mediodía al palacio de Buckingham acompañados del embajador de Reino Unido en República Dominicana, Andy Ashcroft, al igual que nuestro Embajador ante el Reino Unido, Aníbal de Castro. Como marca el protocolo Real, en eventos formales de día, las damas debemos utilizar sombrero ante la Reina. 

De hecho, el sombrero blanco que utilicé fue una de las tres opciones que la misma Reina Isabel II me envió con su Encargado de Protocolo, como un gesto que atesoro por su gran significado para mí.

Conforme el protocolo real, como esposa, no era usual pasar a la audiencia privada de Su Majestad con el Presidente invitado, y mucho menos dirigirle la palabra, salvo que ella lo hiciere.  
Para nuestra sorpresa, no solo fui aceptada en la audiencia privada, sino que ademas, la Reina Isabel II me dedicó un tiempo para conversar conmigo sobre mi trabajo con la niñez y los hospitales de mi país.  Destacó el proyecto de emergencias pediátricas y las oportunidades de desarrollo de las mujeres a través de la capacitación.  Estaba muy bien informada. De hecho, me facilitó que el gobierno británico me apoyara financieramente en varios proyectos.  

Luego continuó la conversación sobre asuntos de Estado. La Reina mostró gran interés por las relaciones entre nuestros países y por el despegue de la República Dominicana como una gran economía de la región. Manifestó su deseo de visitar el país, en algún momento en el que sus viajes por la región lo permitieran. Una lástima que no pudo hacerse realidad.

De aquel encuentro aún se observan resultados: el turismo, las inversiones, las relaciones comerciales entre ambos países. Pero el más importante resultado ha sido la amistad que se ha forjado entre ambos países, productiva para nuestros ciudadanos y que, incluso, llevó a muchos jóvenes a estudiar en universidades en todo Reino Unido, para mí, uno de los mejores resultados  de la visita. ¡Vida eterna para S.M. Reina Isabel II! ¡Larga vida para S.M. Rey Carlos III! 

Publicado originalmente en Listín Diario

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