El futuro del talento y la tecnología en República Dominicana
Por: Luis Carlotti, Country Leader Central America and The Caribbean – Cisco
En República Dominicana, más de 92 mil personas han sido beneficiadas por el programa Cisco Networking Academy, una iniciativa que busca capacitar en habilidades digitales clave como redes, ciberseguridad, programación, Internet de las Cosas y sistemas operativos, entre otras áreas. A través de una red de 57 academias y 131 instructores activos en el país, el programa está impulsando la innovación, la creatividad y una relación más integral con la tecnología.
Detrás de estos números hay una historia inspiradora: la de un país que, paso a paso, está sembrando las bases de su futuro digital.
La transformación digital no es un concepto abstracto, sino una estrategia real de desarrollo y sostenibilidad. Permite a empresas, instituciones y comunidades integrarse a un mundo cada vez más conectado, donde basta una conexión a Internet para acceder a oportunidades de aprendizaje, empleabilidad y crecimiento. Sin embargo, esta transformación sólo es posible si hay personas capacitadas para construirla y sostenerla.
Talento digital: una prioridad país
República Dominicana ha demostrado un compromiso creciente con la educación técnica y la formación en habilidades del siglo XXI. A través de alianzas con instituciones como el Instituto Tecnológico de Las Américas (ITLA), el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), los Centros Tecnológicos Comunitarios (CTCs), el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y el Centro Nacional de Ciberseguridad (CNCS), se están fortaleciendo las capacidades digitales del país.
No obstante, los desafíos globales también tocan a nuestra puerta. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el uso de la inteligencia artificial podría impactar el 40% de los empleos en todo el mundo. Estamos ante una revolución tecnológica que no solo transformará la forma en que trabajamos, sino que definirá quién podrá participar en la economía del mañana.
Desde Cisco, llevamos décadas colaborando con instituciones educativas, empresas y el sector público en América Latina para cerrar la brecha digital. En República Dominicana, hemos visto de primera mano cómo jóvenes, mujeres en situación de vulnerabilidad, docentes y trabajadores en reconversión profesional han aprovechado nuestras capacitaciones gratuitas para reinventarse y crecer.
Y sin embargo, aún falta.
¿Qué nos dicen estas cifras?
Nos dicen que existe un deseo real de aprender, que hay talento esperando por una oportunidad. Nos hablan de una generación que ve en la tecnología un camino para construir su futuro. Pero también nos invitan a reflexionar: ¿qué necesitamos hacer para que este impacto se multiplique por diez?
La formación técnica no debe verse como un plan B, sino como una herramienta clave de desarrollo social y económico. Para lograrlo, las alianzas entre Gobierno, sector privado, academia y organismos multilaterales son esenciales. Esas alianzas deben construirse con confianza, ética y una visión compartida del futuro.
En Cisco, estamos convencidos de que el verdadero cambio no está solo en la conectividad o la infraestructura, sino en lo que las personas logran con ellas. Desde comunidades rurales hasta zonas urbanas densas, vemos cómo el conocimiento transforma vidas.
República Dominicana tiene un gran activo: su gente. Si alineamos los esfuerzos de formación, si potenciamos el talento que ya está dando pasos, si integramos a más mujeres, más jóvenes y más comunidades a esta conversación, no solo estaremos hablando del futuro, sino construyéndolo juntos.