La pesca de anguilas, el jugoso negocio que cambió la vida de los pueblos costeros del Este

Sabana de la Mar, Hato Mayor. – Cuando el sol comienza a ocultarse y la mayoría de las personas se preparan para descansar, en los pueblos costeros del Este de República Dominicana la jornada apenas empieza.

Decenas de pescadores se dirigen hacia los ríos y estuarios con herramientas rudimentarias, pero con la esperanza de una captura que les genere ingresos millonarios.

Se trata de la pesca de las anguilas americanas en su fase juvenil, conocidas como angulas, un negocio que ha revolucionado la economía de comunidades como Sabana de la Mar, Miches y Las Cañitas.

De acuerdo a un reportaje que publica en esta fecha el matutino Listín Diario bajo la firma de la periodista Audry Trinidad, la pesca de anguilas se ha convertido en un fenómeno económico en esta región, gracias a la elevada demanda en mercados de Asia y Europa.

Aunque en República Dominicana es un pescado poco consumido, en países como China, Japón y España su valor es altísimo, pues se considera un manjar. En una sola noche, un pescador puede obtener entre RD$50,000 y RD$90,000, dependiendo de la cantidad de anguilas capturadas y el precio por gramo en el mercado, destaca el reportaje periodístico.

Un pez de gran demanda y en peligro de extinción

Las anguilas americanas (Anguilla rostrata) son peces catádromos, es decir, que viven en agua dulce pero se reproducen en el mar. Su ciclo de vida comienza cuando nacen en el Mar de los Sargazos, desde donde viajan miles de kilómetros con las corrientes oceánicas hasta las costas de América del Norte, el Caribe y parte de Sudamérica. Durante este trayecto, las larvas se transforman en anguilas, pequeñas y transparentes, que son las más codiciadas en el mercado internacional.

A nivel mundial existen tres especies de anguilas comercializables:

  • Anguilla rostrata (anguila americana)
  • Anguilla japonica (anguila asiática)
  • Anguilla anguilla (anguila europea)

Las tres especies se encuentran en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), catalogadas como especies en peligro de extinción. No obstante, la pesca continúa debido a los altos precios que alcanzan en mercados internacionales.

Pescar angulas: una jornada nocturna de resistencia y paciencia

La pesca de anguilas es un trabajo que requiere resistencia. Cada noche, los pescadores deben adentrarse en los ríos y estuarios, donde instalan trasmallos y linternas de luz verde para atraer a las angulas. Además, utilizan coladores de cocina amarrados a palos de madera para capturarlas una vez que las detectan en el agua.

Las jornadas inician alrededor de las 7:00 de la noche y se extienden hasta el amanecer. Los pescadores deben soportar el frío, la humedad y la oscuridad mientras esperan que los pequeños peces lleguen a la zona de pesca. En algunos casos, han construido pequeñas chozas de madera en la orilla del río para descansar en los momentos de baja actividad.

Una vez capturadas, las angulas deben mantenerse con vida en baldes con agua dulce. Posteriormente, se venden por gramos, con precios que oscilan entre RD$250 y RD$300 por gramo, dependiendo de la oferta y la demanda. En una buena noche, un pescador puede capturar hasta 150 gramos, lo que representa ganancias de más de RD$40,000.

Un negocio millonario que transformó la economía local

El auge de la pesca de anguilas en la región comenzó en 2019, cuando comerciantes chinos y europeos empezaron a comprar grandes cantidades de angulas a pescadores locales sin revelar el destino de la mercancía. En 2020, algunos pescadores comenzaron a organizarse y descubrieron que el pez tenía un alto valor en mercados internacionales.

Uno de los testimonios recogidos por Listín Diario es el de Ángel Manuel Eusebio, dueño de una pescadería en Las Cañitas, quien explicó cómo la llegada de este negocio cambió la economía local.

«Este negocio ha transformado el pueblo. Aquí los jóvenes que no tenían nada ahora andan en motores nuevos. La gente se ha metido en la pesca porque es una oportunidad de hacer dinero rápido. En una noche buena, hay pescadores que ganan lo que antes ganaban en un año», expresó.

Según los datos obtenidos por este medio, en diciembre de 2024, dos pescadores lograron capturar dos kilogramos de angulas, lo que les generó ganancias de más de RD$1,000,000 en una sola noche.

Nagua: otra región beneficiada por la pesca de anguilas

Además de Hato Mayor y El Seibo, la pesca de angulas también se ha extendido a las costas de Nagua, en la provincia María Trinidad Sánchez. Pescadores de esta región han encontrado en la captura de anguilas una fuente de ingresos vital para sus familias.

Sin embargo, la abundancia de estos peces ha disminuido debido a la alta demanda. Pescadores de ambas regiones han reportado que la cantidad de anguilas en los ríos es menor cada temporada, lo que ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad del negocio a largo plazo.

Exportación y regulaciones: entre el éxito y la controversia

La exportación de anguilas americanas vivas ha generado ingresos millonarios para República Dominicana. Según datos de ProDominicana, en los primeros dos meses de 2025, el país exportó angulas por un valor de US$1,534,600. En 2024, esta cifra alcanzó los US$10,684,600, con Hong Kong, Canadá y Estados Unidos como principales destinos.

A pesar de los beneficios económicos, la actividad enfrenta varios problemas:

  1. Sobreexplotación del recurso, que podría llevar a la desaparición de la especie en la región.
  2. Contrabando y tráfico ilegal. En 2024, las autoridades incautaron 66,000 anguilas en un barco de contrabando en San Martín.
  3. Falta de regulación efectiva. Aunque el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca) exige permisos y fianzas de hasta RD$1,000,000 para la exportación, aún hay dificultades para controlar la pesca ilegal.

El futuro incierto de la pesca de anguilas

A pesar del auge del negocio, la pesca de anguilas enfrenta incertidumbre. Pescadores veteranos como Gabriel Oliver Vargas, alias «Oroco», de 69 años, han notado una reducción en la cantidad de angulas disponibles.

«Hace cinco años yo sacaba RD$40,000 en una noche. Ahora, con suerte hago RD$2,000 o RD$3,000», explicó Oroco a Listín Diario.

Para enfrentar esta situación, Codopesca ha establecido una veda de seis meses (abril-septiembre) para permitir la recuperación del recurso. Sin embargo, algunos expertos advierten que esta medida podría ser insuficiente si la demanda internacional sigue en aumento.

Una oportunidad con riesgos

La pesca de anguilas ha traído una transformación económica sin precedentes en los pueblos costeros del Este y Nagua, permitiendo a muchas familias mejorar su calidad de vida. Sin embargo, la sobreexplotación del recurso y la falta de regulaciones efectivas podrían poner en riesgo la continuidad de este negocio.

Mientras tanto, cada noche, los pescadores siguen sumergiéndose en las aguas de los ríos, con la esperanza de que la próxima captura les traiga una fortuna.

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