El Gobierno de Abinader busca consenso para reformas constitucional y fiscal en medio de retos políticos
Santo Domingo, 14 de junio – El gobierno del presidente Luis Abinader ha planteado que buscará el consenso para aprobar una serie de reformas, incluidas una constitucional y otra fiscal. Sin embargo, el cómo, dónde y cuándo se alcanzará ese consenso permanecen como incógnita a pesar de que es el principal tema de la agenda nacional. Igualmente, se agota el tiempo para aprobar esos cambios en la actual legislatura en el Congreso Nacional, que vence el 26 de julio, en poco más de un mes.
El presidente Abinader tiene distintos mecanismos para buscar apoyo de los sectores sociales para ese acuerdo. Podría visitar a los líderes políticos y de gremios de manera particular como hizo al inicio de su gobierno en 2020 para enfrentar la crisis del coronavirus. También podría convocar al Consejo Económico y Social (CES) para debatir en ese escenario los acuerdos, especialmente un pacto fiscal, que está contemplado en la Estrategia Nacional de Desarrollo. Los partidos políticos no forman parte del CES, pero ya Abinader los convocó anteriormente para discutir una serie de reformas en ese escenario.
El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Celso Juan Marranzini, respalda un gran pacto nacional para esos acuerdos. “Es el momento propicio para abordar los temas que se requieren; no podemos esperar que llegue una crisis o que la economía se afecte en su crecimiento o en la generación de empleos. Insistimos en ese llamado al liderazgo político, social y económico, a que se prioricen estos temas para llegar a los acuerdos necesarios”, planteó recientemente en el Almuerzo Semanal de elCaribe y CDN.
De su lado, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, consideró que debe producirse un pacto político para que tenga éxito una reforma de la Constitución de la República, al tiempo que recomendó al presidente crear una comisión de juristas coordinada por el consultor jurídico del Poder Ejecutivo.
Sin embargo, los partidos de oposición ya han planteado públicamente su rechazo a una reforma a la Constitución y de mayor carga fiscal para los más pobres y la clase media.
El presidente Abinader fracasó en un primer intento de acercamiento con los principales partidos de oposición. El presidente y líder de la Fuerza del Pueblo (FP), Leonel Fernández, pospuso sin fecha un encuentro para esos fines con el mandatario.
Abinader se reunió con el excandidato Presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pero las autoridades del partido morado rechazaron que el encuentro se llevara a cabo en su local principal. Pasadas las elecciones, Martínez ha quedado relegado en el PLD y su presidente y expresidente de la República, Danilo Medina, ha asumido el control de la organización.
Los presidentes en ejercicio cuando han tenido que buscar consenso para pasar proyectos de reformas, lo hacen antes de enviarlo al Congreso Nacional. Así lo hizo Leonel Fernández en 2010 antes de someter los cambios a la Constitución que incluso firmó un acuerdo previo con el entonces líder del partido blanco, Miguel Vargas.
Ese acuerdo se conoce en la historia reciente del país como el “pacto de las corbatas azules”. Fernández, antes de esa reforma, hizo una consulta nacional sobre la reforma a la Constitución que arrancó en 2010. Es decir, el proceso duró tres años en el debate de los diferentes sectores.
Lo propio hizo Danilo Medina cuando el gobierno tuvo que someter el proyecto de ley especial de naturalización luego de la sentencia 168/13 que dejó sin documentos de identidad a un grupo de personas.
Medina visitó a los principales líderes políticos tanto dentro de su propio partido como los de oposición, incluido el expresidente Hipólito Mejía. Medina también aprobó primero en el Comité Político del PLD la propuesta de cambio a la Constitución que le permitió presentarse como candidato en las elecciones de 2016. Luego firmó un acuerdo interno en su propio partido para la reforma del artículo 124 de la Constitución en 2015.
Además, la propuesta contó con el respaldo de amplios sectores sociales que consideran que el modelo de dos periodos y nunca más es el más conveniente para el ejercicio de la Presidencia de la República.
Antes de someter el proyecto, también firmó un acuerdo con el PRD y Miguel Vargas, de respaldo a esa iniciativa con los legisladores del partido blanco. Las propuestas de reforma fiscal y de cambios a la Constitución, ocurren luego de las elecciones de este año en las que el partido de gobierno logró una victoria sobre la oposición. Durante la campaña, los partidos se quejaron de la supuesta compra de dirigentes por parte del PRM y el supuesto uso de los recursos del Estado para “comprar las elecciones”.
De hecho, en su último artículo, Fernández afirmó que el PRM no ganó las pasadas elecciones sino que supuestamente las compró con una estrategia de uso de los recursos públicos que involucró distintas modalidades.
Los legisladores de las bancadas del PLD y la FP han advertido que en la actual legislatura no deben conocerse esos proyectos. También coinciden en que no hay necesidad de modificar la Constitución de la República. Varios dirigentes de oposición han advertido que el objetivo del partido oficial es reducir el porcentaje del 50+1 que exige la Constitución para ganar la presidencia de la República.
La propuesta de reforma de la Constitución que ha planteado el Poder Ejecutivo, aunque todavía no ha presentado formalmente el proyecto para la discusión, ha generado el debate de que sería necesario un referendo para modificar algunos artículos.
Entre los especialistas en derecho constitucional que plantean la necesidad del referendo figura Nassef Perdomo. Igualmente, el expresidente Leonel Fernández, aunque ha dicho que no ve razón para convocar una modificación a la Carta Magna, sostuvo que en caso de que se haga es necesario un referendo, por lo que instó a aprobar el proyecto de ley de referendo que está pendiente.
De su lado, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta, dijo que es necesario el referendo para modificar los artículos que se tocarían de la Constitución. El artículo 272 de la Constitución versa sobre los temas que deben ser sometidos a consulta. “Referendo aprobatorio. Cuando la reforma verse sobre derechos, garantías fundamentales y deberes, el ordenamiento territorial y municipal, el régimen de nacionalidad, ciudadanía y extranjería, el régimen de la moneda, y sobre los procedimientos de reforma instituidos en esta Constitución, requerirá de la ratificación de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas con derecho electoral, en referendo aprobatorio convocado al efecto por la Junta Central Electoral, una vez votada y aprobada por la Asamblea Nacional Revisora”.
El panorama actual presenta un desafío significativo para el presidente Abinader, quien deberá navegar entre las aguas turbulentas de la política dominicana para lograr el consenso necesario que permita avanzar con las reformas propuestas.
La historia reciente demuestra que los presidentes que han logrado cambios sustanciales en la legislación y la Constitución han utilizado estrategias de consenso y negociación con múltiples actores políticos y sociales. Sin embargo, la situación actual presenta sus propios retos, con una oposición fuerte y vocal, y una ciudadanía que observa con atención cada movimiento del Ejecutivo.
El tiempo apremia, y el reloj legislativo sigue su curso hacia el 26 de julio. Las próximas semanas serán cruciales para definir si el presidente Abinader podrá alcanzar los acuerdos necesarios o si deberá enfrentar un periodo de incertidumbre política y económica. La capacidad de diálogo y negociación del mandatario será puesta a prueba en un escenario donde las tensiones políticas y sociales están a flor de piel.
El país se encuentra en una encrucijada, y la forma en que se manejen las propuestas de reforma podría tener un impacto duradero en la gobernabilidad y el desarrollo de la República Dominicana. La historia, la política y la economía se entrelazan en este momento crítico, y los ojos de la nación están puestos en el desenlace de estas negociaciones. La búsqueda de consenso será la clave para avanzar hacia un futuro más estable y próspero, pero el camino hacia ese objetivo está lleno de desafíos y obstáculos que deberán ser superados con habilidad y determinación.