El hombre del Pega Palo

Por JUAN LLADO

La Quinta Dominica del Centro Histórico de Santo Domingo es dueña de un mágico encanto. Tal vez por eso fue pertinente que acogiera, hace un par de semanas, una interesante conferencia sobre dos legendarios seductores: Giacomo Casanova y Porfirio Rubirosa. En la sesión de preguntas y respuestas no se comentó mucho sobre el primero y el blanco de la prolija atención de la audiencia fue, por supuesto, el segundo. Los datos que se ofrecieron sobre Rubirosa hacen dudar si sería apropiado proyectar su imagen para nuestra promoción turística internacional.

Giacomo Casanova

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El único punto en común entre Giacomo y Porfirio fue sus afamadas capacidades de seducción de las mujeres. Pero entre los dos hay una distancia mayor a la de los dos siglos que transcurrieron entre ellos. Del italiano de Venecia se dice que tuvo 132 conquistas amorosas y que era “un aventurero, libertino, historiador, escritor, diplomático, jurista, violonchelista, filoso, matemático, bibliotecario y agente secreto.” Su voluminosa autobiografía de mas de 4,000 paginas cuenta gran parte de su caleidoscópica vida. La misma descansa en la Biblioteca Nacional de Francia y puede leerse a través de su sección digital Gallica.

Rubirosa, por su parte, “fue un diplomático, militar, piloto automovilístico, pugilista, empresario y jugador de polo” nacido en San Francisco de Macorís. Según Wikipedia, “Rubi” “se hizo famoso como un playboy internacional, por su estilo de vida en el jet set, y sus legendarias proezas sexuales con las mujeres. Entre sus cónyuges se encontraban dos de las mujeres más ricas del mundo.3​ Su fama de conquistador habría inspirado la creación del personaje de James Bond.” Entre sus hazañas se cuenta haber conquistado el favor del tirano Trujillo y haberse casado con su hija Flor de Oro (quien posteriormente tuvo otros ocho maridos).

Rubirosa califica como un hombre mítico y por eso permanecerá siempre en la memoria. Ulises de la Ilíada, el “Hombre Honesto” de Diogenes y el “Hombre del Maletín” son algunos que pueblan el imaginario popular. Habiéndose codeado con una amplia gama de luminarias internacionales (Marilyn Monroe, Jack Kennedy, el rey Faruq de Egipto, Hitler, Frank Sinatra, etc.), sus cinco matrimonios con mujeres famosas (Flor de Oro, Doris Duke, Barbara Hutton, Danielle Darrieux, Odile Rodin) le han construido una leyenda basada en sus finos artilugios amorosos y reputada virilidad. Este famoso semental dominicano no tiene parangón en nuestra historia y ni la Ciguapa le gana como figura mítica.

Como mito internacional de longeva vigencia, Rubirosa ha generado varios libros y películas sobre su vida. El mismo escribió su autobiografía, la cual ha sido reproducida recientemente por la editora Amigo del Hogar (Mis Memorias, Mi Vida como Playboy) y esta de venta en los grandes malls. Dignas de mención son las obras de Lipe ColladoRubirosa: La impresionante vida de un seductor, Pablo Clase, Porfirio Rubirosa, El primer playboy del mundo, Jaime Royo, Porfirio Rubirosa, El ultimo playboy e Isabella & Marty Wall, Persiguiendo a Rubirosa, ¿Espía, asesino o solo un gigolo? Entre las películas, la  más reciente es “Rubirosa”, una producción CLARO Video que se estrenó en el 2018. Netflix ha tambien producido una serie sobre el personaje.

De todas las descripciones sobre el personaje, la más embrujadora es la de Royo. “Truman Capote definió el miembro de Porfirio Rubirosa como una macana café con leche de once pulgadas, tan gruesa como una muñeca de hombre. Carismático, osado, pendenciero y vividor, el playboy dominicano tuvo una vida de película. Buscavidas en las callejas de Santo Domingo y en el París de los años 20, permaneció fiel a su espíritu cuando el destino lo llevó a lo más alto de la jet set internacional. Boxeador, piloto de aviones, corredor de FI, polista, buscador de tesoros y, siempre a 1a sombra de Trujillo, embajador en varios países a lo ancho y largo del mundo, conjugaba el desparpajo del pillo con los modales, la elegancia y el savoir faire del diplomático. Casado cinco veces, ha pasado a la historia como el único y último playboy.”

Como estudiante fue echado de varias escuelas en Francia e Inglaterra por su bajo rendimiento. Aunque se matriculo un par de veces en la Universidad de Santo Domingo, los registros de sus calificaciones están marcados con “Insuficiente” al lado del nombre de cada materia que cursó. De ahí que no sea cierto que era abogado ni que aprendiera sus finos modales (con las mujeres) en ninguna academia. Pero por haber vivido en Francia durante su infancia y asistido, por un corto periodo, a la escuela en Inglaterra hablaba por los menos el inglés, francés y español.

Su padre, Pedro Rubirosa, era un mujeriego reconocido cuyo ejemplo de seguro que influyo mucho en la promiscua actitud de Rubi hacia las mujeres. Dicen que no tuvo hijos porque quedó estéril después de un episodio de paperas a los 15 años. Pero para algunos sus encantos varoniles estuvieron concentrados en su legendario pene. Los rumores de que su vigor sexual se debía al priapismo no pueden ser ciertos porque esa patología genera unos fuertes dolores. De cualquier modo, con sus encantos varoniles Rubirosa le sacaba dinero a sus famosas y ricas cónyuges. Entre sus conquistas figuran Rita Hayworth, Marilyn Monroe, Joan Crawford, Veronica Lake, Judy Garland, Kim Novak y Zsa Zsa Gabor.

El famoso Pega Palo que se asoció con el animus sexual de Rubirosa, es un bejuco medicinal de múltiples propiedades. “En República Dominicana se usa para preparar la Mama Juana, una bebida de la medicina popular, que se hace a partir del bejuco caro, hierbas y la corteza de ciertos árboles, todo mezclado con ron, vino tinto y miel. Se considera que esta bebida, muy conocida por los dominicanos, era preparada por los indios taínos como un té de hierbas, pero al llegar los españoles se le agregó alcohol. El nombre de Mama Juana hace referencia a una botella grande con un cuello corto y estrecho que se usaba en el proceso de maceración y que se llamaba “Dama Juana”.” Se reporta que Trujillo lo industrializo vendiéndolo como un afrodisiaco y gano mucho dinero con él.

Naturalmente, en su autobiografía Rubirosa dibuja una imagen muy diferente de su vida. Reporta que sus relaciones con cada una de las mujeres famosas que desposo fueron inspiradas por un prístino amor mutuo. La incompatibilidad de caracteres se reporta como el motivo de la separación respectiva. Pero sus biógrafos dicen que los divorcios eran causados por sus infidelidades y porque usaba la violencia física para resolver disputas conyugales. Es famosa una declaración de la actriz de cine Za Za Gabor en que, después de haber recibido una soberana paliza, excusa los golpes a cambio de recibir sus mimos amorosos. Ella, sin embargo, fue la única relación amorosa que Rubi termino por sentir intensos celos, a pesar de que se dice que Za Za fue su único amor.

El personaje resulta tan controversial que hasta se le acusa de haber sido culpable de asesinatos. Según esos alegatos, algunos de ellos fueron políticos y estuvieron motivados por su lealtad a Trujillo. No se tiene noticia de que Rubirosa haya sido condenado por algún crimen, pero algunos han alegado que Trujillo le encomendó el asesinato de Jesus de Galindez. Pero tambien Rubirosa fue acusado por la policía francesa de haber asesinado a una pareja a quien ayudó a cruzar los Pirineos. El coche en que viajaban estaba lleno de hoyos de bala y se alega que la pareja llevaba un bolso lleno de diamantes que desapareció.

“Rubirosa murió a los 56 años  el 5 de julio de 1965 en el Bosque de Boulogne (París), al estrellarse su Ferrari 250 GT Berlinetta contra un castaño, después de una fiesta en el club nocturno Jimmy’s de la capital francesa. La fiesta se había celebrado porque había ganado la copa de polo Coupe de France.” Hay versiones que reportan que su accidente fue un suicidio premeditado, mientras otras sugieren que fue un asesinato. Sus restos mortales están enterrados en los Altos del Sena (Francia), en el Cimetiere Marnes-la-Coquette.

Para hacer un juicio final sobre Rubirosa habría que decidir si fue solo un mero miembro de la aristocracia del placer, si lo que perseguía era el poder o si era simplemente un mentecato proclive a la misogenia. La cuestión del posible uso de su figura como icono para nuestra promoción turística internacional fue objeto de una encendida controversia cuando en el 2012 nuestro Ministerio de Turismo patrocinó la Copa de Polo Embajador Rubirosa, un evento en el Santa Barbara Polo Club de California. Hubo un fuerte rechazo de la mayoría de los opinadores del patio sobre esa aventura y nunca más se ha vuelto a plantear la cuestión. Posiblemente lo mejor sea que ninguna iniciativa estatal repita la osadía, aunque la iniciativa privada y la posteridad se sigan perpetuando su leyenda.

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