El Parlacen y los derechos humanos

Margarita Cedeño

@Margaritacdf

El Parlamento Centroamericano constituye un órgano de integración regional que aporta al fortalecimiento de la democracia en sus países miembros. Es un ejemplo de la importancia de participar en espacios productivos, donde se pueda dar seguimiento a los acuerdos que se logran en el nivel político y que generan desarrollo económico y social para los pueblos.

Los países que conforman el PARLACEN han encontrado puntos comunes en sus realidades políticas que les permiten compartir decisiones y medidas afines, un ejemplo de ello es el abordaje sobre los derechos humanos. La historia varía de país en país. Algunos han tenido que enfrentar los flagelos de la guerra y de los paramilitares, otros enfrentan los conflictos urbanos y a los grupos dedicados al crimen organizado, en otros casos se aborda la situación de las minorías o de grupos indígenas. Y casi todos los países de la región se enfrentan constantemente a situaciones de índole política que también generan conflictos y situaciones de limitación o violación de derechos.

Ante todas estas situaciones, el PARLACEN se erige como un espacio de diálogo y concertación que impulsa a los gobiernos a tomar acciones a favor de los grupos afectados o de los menos favorecidos y, sobre todo, para que las experiencias de unos sirvan a los demás y eviten situaciones penosas en la región.

Es lo que sucede con la promoción y protección de los derechos humanos. Hay que celebrar el compromiso de los países de la región para impulsar las transformaciones necesarias que garanticen los derechos humanos de todos los grupos sociales y el cierre de las brechas que permiten la violación sistemática de los derechos de los ciudadanos.

Hablar de derechos humanos en un organismo regional abre muchas posibilidades de colaboración. Un ejemplo es el trabajo de los Ombudsman o Defensores del Pueblo y de los Comisionados de Derechos Humanos, que están presentes en varios de nuestros países, pero que muchas veces no reciben el apoyo político y presupuestario requerido para sus tareas fundamentales. El intercambio de experiencias entre estos órganos sería de gran ayuda para fortalecer la defensa de los derechos humanos en toda la región y concienciar a la ciudadanía sobre sus derechos y deberes.

La mayor amenaza para la paz y para el respeto a los derechos humanos es la impunidad. Se requiere de una buena administración de justicia y del mayor respeto a la institucionalidad, para poner fin a los cuestionamientos a los procesos electorales, al ambiente de criminalidad y violencia que se vive en la región, al impacto en el medio ambiente de los grandes proyectos de inversión, a las migraciones y a la trata de personas, y a muchos temas más que generan violaciones a los derechos humanos.

Con los países del PARLACEN tenemos una historia compartida, pero también tenemos propósitos comunes que facilitan la integración y el trabajo mancomunado. Tenemos un lujo de Defensor del Pueblo en el doctor Ulloa, un técnico consagrado y profesional de capacidad probada, por lo que aprovecharemos este espacio del PARLACEN  y seguiremos  fortaleciendo nuestro rol de defensa y promoción de los derechos humanos en toda la región.

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