El tamaño de Caamaño: Indescriptible

Por RAÚL PÉREZ PEÑA (BACHO)

Desde que el coronel Caamaño se levantó en abril hizo historia en República Dominicana y Latinoamérica, no hay manera de describir con certeza a Caamaño en su estatura y dimensión histórica.

Es un tema sumamente interesante, en particular para las presentes generaciones, recibir lo que piensa la gente dentro y fuera del país. Entonces se me ocurrió divulgar el siguiente correo electrónico: [email protected]

Mucho agradeceré recibir párrafos desde cualquier provincia, municipio y otras demarcaciones del país y desde cualquier latitud de distintos continentes. Describa su visión personal sobre Caamaño.

Fue impecable el documental sobre el militar que evolucionó a guerrillero. Es un trabajo impecable.   Los dominicanos deben verlo en las salas de cine que se anuncia la proyección del documental sobre Caamaño, obra del realizador cinematográfico Rene Fortunato.

Aquí un fragmento del testimonio de Fidel Castro en los materiales relacionados con Caamaño:

“Nosotros conocíamos muy bien a Caamaño porque vivió en Cuba varios años. Todos los que lo conocieron tuvieron una impresión extraordinaria de él. Un hombre de convicciones muy profundas. De gran patriotismo y un combatiente de mucha energía”.

“Él estaba decidido a regresar a Santo Domingo y luchar. Él sabía las dificultades, él no se engañaba. Él confiaba en el pueblo. Pero no confiaba en nadie más que en el pueblo dominicano. En mi opinión su idea era crear un frente guerrillero. Él tenía una confianza en sí mismo muy grande. Pensaba que con un grupo pequeño de hombres podría llegar a consolidar el frente con el apoyo del pueblo. En realidad, no tuvo tiempo. Llegaron, se inició la persecución rápido. Tuvieron varios combates con el ejército. Hasta que tuvieron un incidente adverso. Y eso le pasa a cualquier revolucionario, porque a nosotros nos pasó también al principio de la Revolución. No se puede medir la razón de una actitud por el resultado de la actitud. Muchas veces los resultados dependen de factores imponderables. Nosotros pudimos haber perecido igual que pereció Caamaño. Y, sin embargo, si eso hubiera ocurrido, Nosotros estábamos convencidos de que habríamos tenido razón. Nosotros tenemos razón no sólo porque tuvimos éxito”.

“El éxito no es el único elemento para determinar la razón de una actitud o de una conducta. Nosotros tuvimos éxito y por eso mucha gente piensa que teníamos razón. Pero nosotros creemos que habríamos tenido razón, aunque no hubiéramos tenido éxito. Y sin dudas que Caamaño tenía razón, aunque no tuviera éxito. Él era un hombre muy valiente. Y yo pienso que, desde luego, en cierto sentido temerario. Este tipo de hombre muy combativo, muy temerario tiene más posibilidades de un revés que si fuera más prudente. Y desde luego, evidentemente, él buscó el combate, tal vez en una primera fase hubiese sido más táctico rehuir el combate y ganar tiempo para movilizar fuerzas. Pero él evidentemente no rehuyó el combate. Y el número de sus hombres era todavía muy reducido para buscar el combate”.

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