Explosión de la nave Starship en su séptimo vuelo de prueba: Un revés para SpaceX

Boca Chica, Texas, 17 de enero. La nave espacial Starship de SpaceX, diseñada para ser el vehículo insignia en la exploración interplanetaria, explotó el jueves durante su séptimo vuelo de prueba, minutos después de despegar desde la base Starbase en el sur de Texas. El objetivo de la misión era completar un vuelo alrededor de la Tierra y amerizar en el océano Índico, pero una falla inesperada truncó el intento.

El lanzamiento comenzó con éxito cuando el gigantesco cohete Super Heavy, de 71 metros de altura, encendió sus 33 motores a las 5:00 p.m. ET. El despegue se llevó a cabo sin problemas, marcando otro hito en el programa de desarrollo de SpaceX.

Tras unos minutos, el propulsor Super Heavy apagó sus motores y logró regresar a la plataforma de lanzamiento en un aterrizaje preciso junto a la torre conocida como «Mechazilla». Esta hazaña, que SpaceX ha perfeccionado progresivamente, es fundamental para su visión de reutilizar cohetes de forma rutinaria, lo que promete reducir significativamente los costos de las misiones espaciales.

El objetivo principal de la misión era que la nave Starship completara una órbita terrestre mientras desplegaba 10 «simuladores» de satélites, diseñados para replicar el tamaño y peso de la próxima generación de satélites de Internet Starlink.

Inicialmente, el vuelo transcurrió sin contratiempos. A los dos minutos y medio, Starship se separó exitosamente del propulsor y encendió sus seis motores para continuar su trayectoria.

Sin embargo, a los cinco minutos de vuelo, comenzaron a registrarse problemas. Uno de los tres motores internos, optimizados para operaciones en el espacio, se apagó de manera inesperada. Poco después, otros motores también dejaron de funcionar.

A los ocho minutos y medio de vuelo, solo uno de los seis motores seguía operativo, lo que generó una creciente preocupación en los anfitriones de la transmisión en vivo de SpaceX.

Finalmente, a los 10 minutos, la nave explotó. Dan Huot y Kate Tice, comentaristas oficiales de SpaceX, confirmaron en vivo la pérdida de la nave. Elon Musk, director de la compañía, ofreció una explicación preliminar en redes sociales, señalando que una posible fuga de combustible podría haber causado el fallo.

El sistema utiliza oxígeno líquido y metano líquido como combustible, los cuales son fundamentales para los potentes motores Raptor que impulsan la nave.

Un «desmontaje rápido no programado»

SpaceX se refirió a la explosión como un «desmontaje rápido no programado», un término utilizado frecuentemente por la empresa para describir explosiones o fallas catastróficas. Aunque la compañía ha logrado varios aterrizajes exitosos en pruebas previas, esta misión presentaba desafíos adicionales debido a las mejoras implementadas en el vehículo, como tanques de combustible más grandes, una computadora de vuelo actualizada y aviónica avanzada.

La misión también incluía un sistema de terminación de vuelo, diseñado para destruir el cohete en caso de que se desviara de su curso y representara un peligro para la población o la infraestructura. La explosión fue controlada por este sistema, asegurando que los restos del vehículo no causaran daños significativos.

La Administración Federal de Aviación (FAA) emitió un comunicado reconociendo que, tras la explosión, activó un «Área de Respuesta a Escombros» para gestionar el impacto del evento en el tráfico aéreo. Según la agencia, las aeronaves fueron desviadas brevemente del área afectada y las operaciones normales se reanudaron poco después de las 7:48 p.m. ET.

La FAA también llevará a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas de la falla. Estos análisis son rutinarios en el caso de accidentes relacionados con vehículos espaciales, especialmente cuando los lanzamientos involucran tecnología experimental como la de Starship.

Espectacularidad del fracaso

A pesar del resultado inesperado, la misión ofreció datos valiosos para el equipo de SpaceX. Starship alcanzó una altitud de 146 kilómetros y una velocidad de 21,317 kilómetros por hora antes de desintegrarse. La telemetría compartida por SpaceX confirmó que el vehículo estuvo a punto de completar la fase más crítica de su trayectoria.

Las imágenes y videos del momento de la explosión, capturados por espectadores y compartidos en redes sociales, mostraron la espectacularidad del evento. Elon Musk reaccionó con humor en su cuenta de la plataforma X, afirmando que «¡el entretenimiento está garantizado!», restando importancia al fracaso y reforzando el enfoque iterativo de SpaceX en su desarrollo tecnológico.

La explosión de Starship, aunque un revés, se enmarca en el enfoque de SpaceX de «probar rápido, aprender rápido». La compañía ha señalado que cada prueba, incluso aquellas que resultan en fallas, proporciona información crucial para perfeccionar sus vehículos.

El programa Starship es esencial para los objetivos a largo plazo de SpaceX, que incluyen misiones a Marte y la creación de una infraestructura sostenible para la exploración espacial. El vehículo está diseñado para ser completamente reutilizable, transportando grandes cargas útiles y pasajeros al espacio profundo.

SpaceX ha enfrentado numerosos desafíos en el desarrollo de Starship, pero cada misión, exitosa o no, acerca a la empresa a sus metas. La capacidad de aterrizar y relanzar tanto el cohete Super Heavy como la nave Starship sigue siendo el principal objetivo de la compañía. Si SpaceX logra superar estos obstáculos, Starship podría revolucionar la industria aeroespacial, reduciendo costos y haciendo que los viajes interplanetarios sean una realidad alcanzable.

El séptimo vuelo de prueba de Starship es un recordatorio de los riesgos inherentes a la innovación espacial. Sin embargo, también demuestra el compromiso de SpaceX con la exploración y el progreso tecnológico. Con cada misión, la empresa no solo avanza en sus propios objetivos, sino que también inspira a una nueva generación de científicos, ingenieros y soñadores.

El próximo paso será analizar los datos recopilados durante la prueba y realizar los ajustes necesarios para futuros lanzamientos. SpaceX ya está trabajando en la próxima iteración de Starship, con la esperanza de superar las barreras tecnológicas y alcanzar nuevos hitos en la exploración espacial.

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