Figueres acepta la derrota y promete ayudar a «rescatar Costa Rica»
San José, 3 abr (EFE).- El expresidente José María Figueres aceptó la derrota este domingo en las elecciones presidenciales de segunda ronda en Costa Rica ante el economista Rodrigo Chaves y prometió ayudar a «rescatar» el país.
«Costa Rica ha votado y el pueblo ha hablado. Nosotros, como los demócratas que somos, siempre seremos respetuosos de esa decisión. Felicito a Rodrigo Chaves y le deseo lo mejor», expresó Figueres en un discurso ante sus simpatizantes.
El expresidente (1994-1998) y aspirante presidencial por el Partido Liberación Nacional (PLN) dijo que Costa Rica «vive una profunda crisis» que le tiene en «estado de emergencia», ante lo que ofreció su ayuda.
«Teníamos y seguimos teniendo toda la intención de ayudar a rescatar a Costa Rica, a que se respeten los derechos humanos de todas las personas (…) Es momento de dejar atrás los mensajes de antagonismo, odio y división de la familia costarricense y avanzar entre todos poniendo a un lado las diferencias», manifestó.
Figueres aseguró que «al final del día lo que queremos es volver a tener oportunidades de trabajo, la mejor salud del continentes, una educación que nos prepare para Costa Rica y para el mundo».
El político agradeció a sus partidarios y equipo de campaña y lamentó que el país se haya perdido de tener «a una gran primera dama», en referencia a su esposa Cynthia Berrocal.
El candidato del centro derechista Partido Progreso Social Democrático, Rodrigo Chaves, ganó la presidencia este domingo con un 52,9% de os votos, mientras que Figueres obtuvo el 47,1%, según los resultados presentados por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
El abstencionismo se ubicó en el 42,8 %, superior al de la primera vuelta del pasado 6 de febrero cuando fue del 40 %.
Rodrigo Chaves se convierte en el presidente número 49 en la historia de Costa Rica y asumirá el poder el próximo 8 de mayo para un periodo de 4 años, en sustitución de Carlos Alvarado, del centro izquierdista Partido Acción Ciudadana.