Fortaleciendo la Institucionalidad: Equidad en el proceso electoral

Por Manuel Jiménez

En República Dominicana, la preservación del respeto por nuestras instituciones democráticas y la promoción de la equidad en el proceso electoral son fundamentales para mantener la estabilidad y la confianza en nuestro sistema político.

Es innegable que desobedecer una resolución de la Junta Central Electoral (JCE) no solo socava la institucionalidad, sino que también sienta un peligroso precedente que podría afectar la relación entre la JCE y los partidos políticos de cara a las elecciones nacionales.

Recientemente, hemos sido testigos de la actitud de rechazo de una parte significativa de los partidos de oposición frente al Comunicado de Admonición de la JCE, en el que se les insta a detener las actividades públicas de campaña, como mítines, caravanas y propaganda a través de los medios masivos de comunicación. Por otro lado, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), en el gobierno, ha optado por acatar esta resolución de la JCE, presentándose, así como una organización respetuosa del orden institucional y colocándose en una posición positiva en este debate.

La oposición, sin embargo, sostiene que sus actividades de precampaña no transgreden la ley de agrupaciones y partidos políticos, argumentando que los artículos que imponían estas limitaciones fueron declarados inconstitucionales por el Tribunal Constitucional.

La cuestión que se plantea aquí es de sentido común: mientras se busca restringir las actividades de la oposición, el presidente Luis Abinader recorre todo el territorio nacional inaugurando obras públicas en actos que a menudo se ven acompañados de consignas reeleccionistas.

Si bien podría argumentarse que es parte inherente del ejercicio presidencial inaugurar obras públicas, no podemos pasar por alto el hecho de que, en un período de campaña electoral, estas concentraciones públicas representan una ventaja para el oficialismo frente a la oposición, lo que inevitablemente afecta el panorama electoral.

En repetidas ocasiones, se ha planteado la necesidad de reglamentar las actividades de la presidencia y del gobierno durante el período de campaña electoral para asegurar una competencia equitativa entre todos los partidos y candidatos. Esto incluye garantizar un acceso equitativo a los medios de comunicación masiva y regular las inauguraciones de obras públicas lideradas por el jefe de Estado.

Es esencial avanzar hacia una institucionalidad sólida, equitativa y basada en la igualdad de condiciones para todos los actores políticos. Este enfoque no solo fortalecerá nuestra democracia, sino que también impulsará la confianza de la ciudadanía en nuestro sistema político y electoral. Es hora de asegurarnos de que todas las voces políticas sean escuchadas de manera justa y sin obstáculos, garantizando así un proceso electoral transparente y legítimo.

En un país donde la política y la democracia son parte integral de nuestra identidad, es imperativo que continuemos trabajando juntos para construir una República Dominicana donde la institucionalidad y la equidad sean los pilares de nuestro sistema político. El futuro de nuestra nación depende de ello.

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