Frenemos entre todos ese monorriel

Por Charlie Núñez

Existen dos obras que la presente y futuras generaciones no podrán ignorar ni serán fáciles de superar; me refiero al metro de Santo Domingo y a la generadora de electricidad Punta Catalina. No nos imaginamos el país sin esos dos megaproyectos.

Muchos aspiramos a ver nuestro país interconectado con obras como el metro que resuelven problemas de transporte y tránsito, impactando en la economía, la salud, la seguridad y en el avance y progreso de la nación.

La próxima línea esperada por los dominicanos es la línea 3, que movilizaría a los pasajeros desde Bocachica-Aeropuerto a la parte occidental del Gran Santo Domingo. Esta obra fue dejada en carpeta porque el Gobierno, que ha tomado prestado casi 22 mil millones de dólares, no tiene un chele para nada.

Eso hasta hace poco, pues a raíz de la visita del presidente Abinader a Francia, el presidente francés Emmanuel Macron ofertó al gobierno dominicano financiamiento para el Tren Metropolitano de Santo Domingo y el plan integral de transporte; el problema es que ese financiamiento era de un 85 por ciento y, como dijimos, no tienen ni un chele.

Aunque un financiamiento no es un regalo, es seguir cogiendo prestado a cualquiera que sea capaz de soltarle dinero; total, él solo los goza, nosotros los pagaremos.

Ahí surgió la brillante idea de un monorriel; sale menos costoso y con ese financiamiento se podría construir completo y, lo mejor, se construye en menos tiempo y así el presidente Abinader se da el lujo de inaugurarlo, cosa que estaría por verse tratándose de esta gente.

“El Monorriel de Luis” cubre desde el puente Juan Carlos hasta la Máximo Gómez, dejando fuera el tramo que más volumen de vehículos y gente inyecta al tránsito y transporte por ser el de más población. No es casualidad que en Las Américas y, sobre todo, su marginal, el tránsito se haya convertido en algo tan caótico.

Si el monorriel tiene como punto de inicio el puente Juan Carlos, estarían dejando atrás Bocachica, La Caleta, Aeropuerto, Frailes 1 y 2, La Ureña, Ciudad Juan Bosch, entre otros barrios bastante poblados, lo que deja desde ya bajo sospecha si lo que se quiere es facilitar la movilidad hacia el anunciado y completamente paralizado proyecto denominado City Center que supuestamente se instalaría en ese punto de Charles de Gaulle con Las Américas.

“El monorriel de Luis” no tiene la capacidad de transportar la cantidad de pasajeros que tiene el tren, que, aun con la ampliación de tres a seis vagones, sigue siendo ocupado a toda capacidad, y viene el otro problema: el monorriel no permite ampliación a futuro.

“El monorriel de Luis” no podrá lograr la interconexión como manda un sistema integrado; en pocas palabras, estamos improvisando una vez más una chapucería bastante costosa, con dinero prestado, que no resuelve el problema y su poco aporte es para un pedazo que permita llenar el ego de alguien que piensa más en su imagen que en soluciones para el país.

El monorriel es como una arrabalización del progreso y la modernidad que brilla mucho, pero no resuelve nada.

Luis, reflexiona, no nos hagas esa maldad sin querer. Si lo vamos a hacer, hazlo bien, reivindícate con ese préstamo y que sea una solución, al próximo presidente; compromételo a que te invite a la inauguración; de lo contrario, tendremos un elefante blanco con tu apellido.

PD: Es difícil hacer este planteamiento con tanta gente con razones distintas defendiendo el bendito mono.

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