Fulcar y la época del asesinato moral

Edgar Lantigua

No conozco a Roberto Fulcar, sé de él solo lo que dicen los medios, lo bueno y lo malo, la impresión que tengo es de un efectivo armador político, con larga experiencia magisterial, con una gestión no muy efectiva en Educación.

Pero ante lo que estamos, no es ante una valoración simple de su gestión en Educación, estamos ante una avalancha de descalificación moral a un hombre público, en la que evidentemente se mezclan, verdades, medias verdades y claras mentiras.

Escuchar al detective que una vez fue visto como una especie de Sherlock Holmes dominicano, dar detalles de las supuestas conversaciones del funcionario con equipos de la DEA, da la impresión de alguien con acceso privilegiado a información sensible, la profusión de detalles sobre las oficinas en que eso se produce, hacen ver la historia como verídica.

El hecho de que abogados conocidos, se suman para avalar esas versiones, a cualquiera le da la impresión de que se trata de algo cierto, incontrovertido. Ahh, pero recordemos. que estamos en la época de las redes sociales, en la que el asesinato moral es moneda corriente, cosa fácil, deporte simple.

Hoy que todos, mansos y cimarrones, cuerdos y no tan cuerdos, imbéciles y genios, tenemos un megáfono, no en la boca, en la mano, por donde destilar en segundos, desde las más excelsas verdades, hasta las más descaradas mentiras.

Estoy convencido de que la gestión del exministro en Educación parece tener, importantes aspectos que cuestionar, pero dada su importancia como armador político, haciendo abstracción, por un momento, de las consideraciones éticas, pensando como el Thomas de Quincey autor de: “Del asesinato considerado como una de las bellas artes”, ¿Se esperaba esto de su sustituto? Sus propios amigos haciendo papilla de su gestión. No sé, quizás.

La otra gran cuestión, es la polvareda legítima, que levanta la presencia en la boleta del partido gobernante de personas con vínculos con el narcotráfico, el diputado Miguel Gutiérrez apresado al llegar a los Estados Unidos, el exdirector de la Junta Distrital de Las Lagunas de Azua, Yamil Abreu Navarro que confesó su culpabilidad en Estados Unidos, para solo mencionar dos de los casos más notorios.

Que el número de casos afecta la imagen de ese partido, ya lo habíamos dicho antes, que tanto Fulcar, como jefe de la campaña, como los principales dirigentes de ese partido tuvieron tratos con ellos, es innegable, que supieran de sus andanzas, ya son otras quinientas. Pero si, es cierto que cada vez más los partidos deben cuidarse y tener mecanismos propios para filtrar estas influencias y evitarlas a todo costo.

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