Fusilamiento moral
Heddel Cordero
Todos los días fusilan moralmente a alguien en las redes sociales. Las víctimas predilectas son los funcionarios públicos, los artistas, los comentaristas de radio y tv, en fin, las personas que exponen su imagen públicamente y su sola presencia o su voz, embarazan de envida a muchos que solo así pueden saciar su misantropía. Son dráculas del éxito ajeno.
La insanidad de estos reptiles es capaz de tejer toda clase de historias, siendo la mayoría de ellas de la invención única de su mente perversa y retorcida.
Si utilizaran su potencial creativo para ideas más sanas y productivas, serían portentos del emprendurismo.
Mario Vargas Llosa, el nóbel de literatura, ha dicho en diversas entrevistas, que no tiene redes sociales ni consume esas fuentes informativas porque tendría que perder mucho tiempo leyendo cosas inútiles para él. Pero también dice que no tendría mucho chance de responder todas las preguntas e inquietudes de sus seguidores.
Su posición, como la de otros que reniegan del valor intelectual de las redes sociales como el prestigioso periódico The New York Times, es de que estos medios digitales con para estúpidos que se dejan manipular sin advertirlo.
Este periódico predice que para el 2039, esta será una generación de esclavos digitales por el nivel de dependencia que origina entre los segmentos poblacionales de menor raciocinio y preparación.
Mientras la clase media y baja devora todo lo que se publica a través de estas plataformas, la élite intelectual le rehúye y le denigra.
Muchos sostienen que los usuarios, con su bajo instinto y pobres sentimientos, han desacreditado a las redes sociales.