La violencia nos arropa
Aunque la trágica muerte de la arquitecta Leslie Rosado acaparó la atención del país por la prestancia profesional y económica de la víctima y la forma cobarde en que fue ultimada por el cabo policial Janli Disla, otros lamentables hechos de sangre se han originado en los últimos días en el territorio nacional, aumentando la atmósfera de inseguridad que desde hace tiempo padece la sociedad.
Aunque algunos legisladores han abogado por la destitución del director de la Policía, eso no resolvería nada puesto que la situación que padecemos no depende de la voluntad de un funcionario en particular, sino que obedece a una estructura policial, y cultura de violencia en la sociedad que necesitan cambios urgentes y radicales que deben ejecutarse con el asesoramiento de especialistas en la conducta humana.
El proceso no es simple ni a corto plazo y por ello requiere aplicarse a nivel policial y social, a la vez que debe desarrollarse una intensa campaña por todos los medios de comunicación que abogue por una cultura de paz, tolerancia y respeto entre todos los dominicanos al tiempo que se intensifique una efectiva operación de combate a la delincuencia callejera que está llevando a la ciudadanía a un estado de terror colectivo.
