Gobierno, ineficiencia y aumento factura eléctrica

Por Roberto Rosario Márquez

Proveer energía eléctrica es un servicio que por sus características, y lo que representa, es de interés público. Está vinculada al progreso y desarrollo de la humanidad; desde su descubrimiento revolucionó el comportamiento de la sociedad, en términos económicos y materiales. Impactó la existencia de los seres vivos. El hombre es el más consciente de esto, y la utiliza para mejorar sus condiciones de vida, acorde con los avances tecnológicos.

En término coloquiales se habla de “la luz”; a la falta de electricidad se le llama apagones y, en los niveles “de mayor abolengo”, a este servicio se le identifica como “energía eléctrica”, reconociéndolo como medio indispensable para el desenvolvimiento de las actividades cotidianas.
 
¿Es eficiente el gobierno en suministro de energía?

Para responder a esta pregunta, consultamos técnicos especializados del partido, especialmente el equipo que colabora con el Sector Externo, más la información en los portales digitales de las instituciones. Las deficiencias son evidentes y muy perjudiciales en estos momentos de crisis.

Las limitaciones cuantitativas inciden en todo el acontecer de la vida hogareña y comercial, afectando todo el sistema, disminuyendo el valor adquisitivo de los ingresos. En el caso los sectores productivos, ante los déficits de “electricidad”, se ven precisados a utilizar medios alternativos para la generación, lo que aumenta el costo de producción, distribución y comercialización. Ésta es una de las causas del aumento de la energía, que a su vez incide en el aumento de los niveles de inflación.
 
¿Ha reducido el gobierno el gasto corriente en el sector?

Esta Administración requirió la firma de un pacto eléctrico, que entre otros aspectos destaca la obligación de reducir las pérdidas y el gasto corriente, sobre todo de personal. Es decir, la cantidad de dinero destinada a cubrir los salarios de funcionarios y empleados. Al asumir la presente gestión, las distribuidoras disponían de 7,400 empleados, aproximadamente; al mes de abril de 2022 tenían registrados 7,617, como consecuencia de la política sustitución de empleados, incremento de nómina, y de salarios.

En el caso de Punta Catalina, técnicos calificados afirman que también se triplicaron la nómina y los salarios del personal. Amén de sustituir los técnicos calificados, sostienen que se gastaban unos US$300,000.00 mensual, y que al mes de abril del cursante año se calcula en US$1,000,000.00 de dólares.

¿Han disminuido las pérdidas?

Las pérdidas han aumentado significativamente; éstas se miden si comparamos la cantidad de energía adquirida versus la recuperación o cobros efectuados. Los técnicos en la materia lo miden a través de un sistema denominado Cash Recovery Index. En diciembre de 20212, éstas eran de 28%, actualmente superan el 35%.

Como consecuencia de deficiencias y negligencia en la Administración, la central termoeléctrica Punta Catalina, en las unidades 1 y 2, en tiempos distintos, duró unos 70 días fuera de servicio, con la inestabilidad en la capacidad de generación de energía, lo que provocó en ese momento prolongados apagones.

Así mismo, el Comité de Compras de la CDEEE debió convocar licitación para la compra de carbón, cal, filtro, y otros insumos, por un período de aproximado de un año. Si lo hubiese convocado en enero del 2021, el valor del mercado era de 70 dólares por tonelada. Pero la falta de previsión condujo a que se convocara para junio del mismo año; en ese momento la tonelada superaba los 100 dólares. Solo dos empresas ofertaron, una a 150 dólares y otra a 387 dólares, se escogió la última; lo que representa más de 300 dólares por tonelada, si se hubiese comprado en el tiempo que correspondía.
 
Falta de gerencia en la administración de lo público

Como se puede apreciar, esta falta de gerencia en la administración de lo público, se transfiere directamente en perjuicio del consumidor, razón por la cual cada vez que un ciudadano ha recibido una factura en estos últimos seis meses, también ha recibido un aumento acumulado, de aproximadamente el 40%.

Este incremento en la factura, se produce porque todo el que oferta un producto, u ofrece un servicio (empresas, comercios, clínicas) transfiere los costos adicionales al consumidor final; que no soporta más cargas de las que ya tiene sobre sus hombros, especialmente la gente humilde.

La razón fundamental de estos desproporcionados aumentos, no está vinculada a la guerra de Rusia y Ucrania, o a las consecuencias de la pandemia, u otra excusa de carácter internacional; es puramente local. La actual administración, como ha indicado el líder de la oposición, Leonel Fernández Reyna, vive en una burbuja que no le permite comprender la gravedad de esta crisis. 

Como indicamos al inicio, la energía es un componente esencial, indispensable para el desarrollo de todas las actividades, personales, comerciales y productivas; por tanto, es un factor decisivo en el costo de la vida, en los precios de los productos y servicios. Su incidencia en los niveles de inflación es decisiva, lo que deja establecido que este incremento acumulado de aproximadamente un 40% en la factura eléctrica, tiene efectos inflacionarios.

Publicado en Listín Diario

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