González y Noboa disputan una elección de periodo recortado, pero trascendental a futuro de Ecuador
Fernando Arroyo León
Quito, 14 octubre.- La correísta Luisa González y el empresario Daniel Noboa se disputan este domingo la Presidencia de Ecuador, en una elección excepcional para un periodo recortado de apenas quince meses en el poder, pero que será trascendental de cara al futuro del país, que debe superar la crisis de gobernabilidad que le llevó a esta situación.
González, alfil del expresidente Rafael Correa, que gobernó de 2007 a 2017, y Noboa, heredero del emporio empresarial de su padre, el magnate del sector bananero Álvaro Noboa, irán a una final atípica tras un periodo de inestabilidad política, convulsión social e inseguridad, que ha sacudido al país en los últimos años.
Quien gane estos comicios solo completará el periodo de cuatro años, entre 2021 y 2025, que le correspondía al actual presidente, el conservador Guillermo Lasso, quien recortó su mandato al invocar en mayo pasado la llamada “muerte cruzada”.
Elecciones extraordinarias en Ecuador
Con ese mecanismo constitucional forzó estas elecciones extraordinarias al disolver la Asamblea Nacional (Parlamento), que estaba controlada por la oposición, liderada por el correísmo y que buscaba destituirle en un juicio político donde se le acusaba de presunto peculado (malversación), cargo que él rechaza de forma rotunda.
Lasso, que no se presentó a una posible reelección en estos comicios, culpó a la Asamblea de no permitir avanzar sus políticas en una cámara donde el oficialismo apenas tenía presencia y dejó en manos de los votantes el cambio de ambos poderes.
Así, González y Noboa pasaron a la final de las elecciones tras quedar como los dos candidatos más votados en una primera vuelta donde también se escogió la nueva composición de la Asamblea, en la que el correísmo volverá a ser la primera fuerza pero no tendrá mayoría absoluta, por lo que quien gane las elecciones de presidente deberá generar pactos.
Así quedó la Asamblea de Ecuador
De los 137 escaños, Revolución Ciudadana, el movimiento que lidera Correa, obtuvo más de cincuenta puestos en el Parlamento.
Un sorpresivo segundo lugar lo obtuvo el movimiento Construye, que tenía como candidato a a presidencia Fernando Villavicencio, asesinado el pasado 9 de agosto cuando salía de un mitin en Quito.
Construye alcanzaría unos 27 escaños y estaría seguido por el conservador Partido Social Cristiano (PSC), que lleva 15 escaños; y la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), de Noboa, con algo más de una docena de miembros en la Asamblea.
Luego están grupos menores como Actuemos, del excandidato a presidente Otto Sonnenholzner; Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena: Claro que se puede, del excandidato Yaku Pérez; Reto, Centro Democrático, Amigo y otros grupos locales, que también sumarían al momento de integrar mayorías.
Todavía falta por definir los seis asambleístas del exterior, cuyas votaciones se repetirán este domingo después de los problemas con la plataforma del “voto telemático” durante la primera vuelta. Márgen de victoria será clave.
Gobernabilidad, la clave
Con ese situación, cualquiera de los dos candidatos que logre vencer en la elección del domingo debería evaluar los pactos políticos para alcanzar un ambiente de gobernabilidad, aunque más fácil lo tendría González que iría con el bloque de mayoría en la Asamblea Nacional, tras las pasadas elecciones.
Noboa, algo más complicado, podría dirigir su estrategia a formar mayorías con aliados como Construye, que podría jugar en contra del correísmo, por ser critico a esa tendencia.
Para el exlegislador Ramiro Aguilar, la próxima legislatura será “súper complicada”, especialmente para Noboa, quien podría también intentar una alianza con el PSC, otrora fuerza legislativa decisiva, pero que ahora intenta sanar de la herida que le supuso apoyar al Gobierno de Lasso.
“Fundamental para el futuro”
Para Aguilar, son muchas las posibilidades que surgen al analizar la conformación de la Asamblea, pero remarcó que la gobernabilidad dependerá de la distancia entre González y Noboa que se alcance en la elección del domingo en las elecciones.
“Si el resultado es ajustado”, la gobernabilidad podría tener más dificultades, pues podría obligar a quien sean elegido a hacer una serie de pactos, algunos de los que podrían resultar poco agradables; pero si el escrutinio deja una distancia “holgada”, esta puede jugar en favor de la gobernabilidad, apuntó el también jurista de Ecuador.
Aguilar, además, dijo que el periodo que se avecina será de transición porque es corto, pero aseguró que será “fundamental para el futuro”, porque definirá cuál tendencia se posicionará de cara a las próximas décadas en el país.