Hacia una política monetaria restrictiva

Ramón Núñez Ramírez

A raíz del cierre de las actividades productivas, motivadas por la pandemia del Covid 19, la Administración Monetaria y Financiera aprobó un paquete de medidas dirigidas a inyectar liquidez a la economía, mientras flexibilizo el Reglamento de Evaluación de Activos para facilitar las restructuraciones a los créditos en mora, obviamente a mediano plazo esas medida correctas tendrían impactos sobre una serie de variables entre ellas la inflación.

El paquete, aplicado con diferentes figuras, alcanzó los RD$215 mil millones, aproximadamente  5.0% del PIB, que contribuyeron a que la caída en el producto no fuera mayor al 6.7% en 2020 y fue importante para sostener la recuperación en este 2021.

 Esa fuerte inyección de liquidez se reflejó en el aumento de la Base Monetaria Restringida, una de las variables indicativas del Programa Monetario, que en 2018 y 2019 había crecido 4.94% y 7.94%, sin embargo entre marzo de 2020, cuando comenzaron los contagios, y marzo de 2021 la BMR aumento de RD$257,560.7 millones a RD$317,948.3 millones, un 23.4%, y los Billetes Emitidos que es el componente expansivo de la BMR aumentaron de RD$163,062.9 millones a RD$215,511.7 millones, un crecimiento de 32.2 %.

Ente marzo de este año y noviembre se aprecia que las autoridades gradualmente comenzaron a reducir la liquidez pues la BMR apenas creció 3.67% y los Billetes Emitidos se redujeron en 0.10%, por supuesto como no hay almuerzo gratis eso se reflejó en el incremento del stock de certificados, vale decir la deuda interna del Banco Central.

Desde marzo de 2020, para neutralizar una parte de la liquidez inyectada al sector financiero, se apreció un aumento de los valores en circulación y mientras en marzo de 2020 ascendían a RD$618,842.5 millones en marzo de 2021 ascendieron a RD$762,895.2 millones, un incrementode 23.3% y a octubre aumentaron a RD$797,239.9 millones, un cremiento interanual de 20.1%,sin embargo al 15 de diciembre disminuyeron a RD$733,406 millones para poder atender la demanda de dinero que se incrementa en ese mes.

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Con el aumento de la Tasa de Política Monetaria a 3.5%, se había mantenido en 3.0% desde agosto de 2020 hasta noviembre de 2021, las autoridades reconocen que la economía se ha recuperado y que hay  presiones inflacionarias por una serie de factores exógenos, pero también por razones monetarias.

El principal indicador es que a noviembre la inflación anualizada fue de 8.23% y la inflación subyacente de 6.63, que es el cálculo del Índice de Precios al Consumo extrayendo los combustibles y los alimentos de precios volátiles, así la inflación subyacente además de medir el comportamiento de los precios a mediano plazo, mide también la efectividad de la política monetaria.

El que la Política Monetaria permanezca en terreno neutral  dependerá de lo que haga la  Reserva Federal de los EE.UU con su tasa de descuento. Esperemos no sea necesaria una política monetaria restrictiva para cumplir con el rango meta de inflación el próximo año.

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