Informe de Naciones Unidas y su visita de 12 días
Por: Kelvin Jiménez
Una de las principales actividades que hasta el momento ha realizado el grupo de trabajo para la transformación policial, creado mediante el decreto 211-21, es invitar y organizar la visita de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) del 16 al 29 de mayo 2021.
La trayectoria de esta organización desde su creación en el año 1997 tiene como sombrilla misional una serie de tratados internacionales entre los que se destaca la Convención contra la Corrupción y la Delincuencia Organizada Transaccional y todo el tema de fiscalización de las drogas y el marco legal universal contra el terrorismo.
Su labor por más de 24 años está en el estudio y elaboración de un conjunto de normas y reglas que van en la dirección de prevenir el crimen y una correcta aplicación de la justicia penal, de manera que todo el proceso de aprendizaje y la puesta en marcha de diversos protocolos son asumidas por los países miembros de la ONU.
Dado el contexto local de llevar a cabo una profunda transformación policial, fue una decisión inteligente traer al país una misión de UNODC y realizar un diagnóstico de la Policía Nacional, pero sobre todo analizar la Nueva Visión de la Convivencia Pacífica y Seguridad Ciudadana que sirve de base para la Estrategia de Seguridad Ciudadana: mi país seguro.
Para ello, el equipo técnico tomó como punto de partida el modelo sistémico de seguridad ciudadana que se crea a partir de una activa participación ciudadana y la dinámica entre percepciones objetivas y subjetivas que interiorizan los seres humanos. Desde esa perspectiva fueron comparados los documentos entregados por nuestras autoridades, existiendo una gran similitud, sólo faltando los elementos confianza, credibilidad y la articulación con las instancias del sistema de justicia, de manera especial con la Procuraduría General de la República.
Es evidente la falta de confianza en la institución policial, la encuesta Barómetro de las Américas del año 2019 estableció un ligero aumento con respecto al 2016 en 39.2 %, aunque la confianza en la Policía en la República Dominicana sigue siendo una de las más bajas en la región. Y el dato más relevante es que el 61.9% de los dominicanos cree que la uniformada está involucrada en la delincuencia.
El informe UNODC también señala la pertinencia de la línea estratégica de Creación del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, que recientemente fue creado mediante el decreto 581-21 y recomiendan concretar aspectos institucionales con la creación de una nueva ley.
Resalta las amenazas identificadas en el trabajo de la Dirección de Investigaciones e Inteligencia y señaladas por sus miembros como el cuestionamiento en el reclutamiento y la formación y, sobre todo, que no tiene presencia en todo el territorio nacional. Un hecho singular y que puede ser un chiste es que quedaron de enviar una presentación de la dirección, pero hasta la fecha no la han recibido.
Aspectos a tomar en cuenta y que resalta el informe son la falta de efectividad de las mesas de seguridad ciudadana. Las 10 que existen en la actualidad deben ser sometidas a un diagnóstico de resultados con relación al tiempo de constituidas.
El cambio de cultura a la Policía es la parte neurálgica del informe que sintetiza la realidad y cito: “Cambiar una cultura policial militarizada y de corte represivo con una tradición de 100 años». Y el arraigo de esta cultura se puede apreciar en pequeños detalles. En la presentación que se brindó al equipo se utilizó la expresión “personas civiles» donde prevalece la visión de una «policía militarizada”.
Indican que el camino a seguir es refundar la institución del orden en un plazo de 8 a 10 años con el establecimiento de etapas con un periodo de transición.
Nosotros consideramos, partiendo del diagnóstico que las Direcciones de Investigación e Inteligencia, que dentro de ese proceso de transformación hay que separar y descentralizar las direcciones y que tengan propiamente su estructura, centro de formación y personal con profesionales de diferentes áreas.
La Policía debe concentrar su accionar en la parte preventiva y contribuir en la creación de proximidad con el apoyo de los municipios; de igual forma con el sistema 911 debe existir una mayor sinergia o ser intervenido porque es una parte esencial en el sistema de seguridad ciudadana.
Consideramos apropiado y democrático que concluido el informe del grupo de trabajo, poner en marcha una serie de mecanismos de participación ciudadana, a fin de que todos seamos parte de este proceso de construcción y que cada quien aporte su granito de arena para sentirnos seguros.