La ALBA denuncia la «injerencia» contra los Gobiernos de izquierda en la región

La Habana, 14 dic (EFE).- Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) unieron filas este miércoles para denunciar en La Habana las «injerencias» y «campañas» para desestabilizar a los Gobiernos de izquierdas en la región.

La cita, que se realizó por motivo del aniversario 18 de la organización, sirvió como excusa para exponer la preocupación de líderes como Luis Arce, de Bolivia, Nicolás Maduro, de Venezuela, y Miguel Díaz-Canel, de Cuba, del «acoso» contra «candidatos» y Gobiernos progresistas por parte de EE.UU. así como de «sectores antidemocráticos» .

Esta cumbre se realiza a puertas cerradas en el Palacio de la Revolución y su agenda no es pública. Sin embargo, sus principales líderes mostraron sus cartas al intervenir frente al parlamento cubano en una sesión extraordinaria que se celebró antes del inicio de la cumbre y que contó con la presencia del expresidente cubano Raúl Castro.

Aunque no todos los mandatarios los mencionaron por nombre y apellido -en realidad, los únicos que sí lo hicieron fueron Arce y Díaz-Canel- la denuncia que hicieron este miércoles en el Palacio de las Convenciones de la capital insular fue también un respaldo tácito a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, y el ahora expresidente peruano Pedro Castillo.

La primera fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por administración fraudulenta de fondos públicos, y el segundo fue destituido acusado de intentar un fallido golpe de Estado y cuenta con un pedido fiscal de 18 meses de prisión preventiva.

«La injerencia extranjera, la inestabilidad política y el irrespeto a la voluntad de las mayorías continúan siendo las principales amenazas que se abalanzan contra la región», advirtió Arce.

El mandatario boliviano agregó que lo que más lo alarma es «el uso vil» de «los poderes del Estado con fines políticos», en alusión a los intentos de destitución del Congreso peruano contra Castillo y el proceso judicial contra Fernández de Kirchner.

Sobre la expresidenta argentina, Díaz-Canel agregó que «el imperialismo» estimula «procesos judiciales políticamente motivados» contra políticos de izquierdas «como el que se desarrolla contra la vicepresidenta Cristina Fernández para que la enviamos un fuerte abrazo y todo el respaldo».

Recalcó que «las oligarquías» se agrupan en apoyo de políticos «con programas de orientación fascista para impedir el triunfo electoral de la izquierda».

Por su parte, Maduro se limitó a hablar de los propios miembros de la ALBA, quienes, a su juicio, han soportado «conspiraciones, agresiones, campañas internas y externas».

LOGRAR «PROYECTOS PRÁCTICOS»

El presidente de Venezuela pidió a los integrantes de la ALBA volver a concretar en proyectos prácticos su alianza, más allá del discurso político.

«(La ALBA) puede tener un sentido para la acción conjunta, y es lo que nosotros reivindicamos de manera permanente, la necesidad de que nuestro espacio -que nació como un espacio antineoliberal, anticapitalista- verdaderamente retome el impulso de los grandes proyectos», declaró el líder venezolano, quien no apuntó ninguna iniciativa particular.

Así también lo expresó Díaz-Canel, quien dijo que es necesario «el impulso a la integración».

La isla caribeña acogió en mayo último una cita similar, donde Arce propuso crear dos empresas trasnacionales para la producción conjunta de medicinas y alimentos, aprovechando las «potencialidades» de los distintos países de la alianza.

En esa ocasión, los países miembros del foro criticaron a Estados Unidos por excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas, que se celebró días después en Los Ángeles.

La ALBA cuenta actualmente con diez miembros: Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, y Venezuela; y tres invitados especiales (Haití, Siria y Surinam).

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