La candidatura hace diferencia
El surgimiento del partido Fuerza del Pueblo (FP) como nueva opción electoral, muchos han subestimado esa organización con el argumento que no tiene estructuras o que la FP es su líder, Leonel Fernández. Una forma de reconocer el peso de la candidatura del expresidente, y de subestimarlo al mismo tiempo “porque no tiene partido”. ¿Qué pesa más?: ¿El partido o el candidato/a? Es una combinación de ambas cosas, pero la historia indica que los candidatos malos no ganan elecciones.
En el 2020, Gonzalo Castillo tenía todo el aparato del Estado a su servicio y la maquinaria electoral del PLD, la más exitosa de la historia del país. Perdió los comicios a pesar de que no había crisis económica, un factor que casi nunca falla para sacar los gobiernos del poder. Según Gallup, en mayo del 2019, el PLD era el partido de mayor simpatía con 39%, sacó 37% en 2020.
En esa misma elección, ganó Luis Abinader, que siempre marcó hasta 15% más que el PRM. Según Gallup, en mayo del 2019, la simpatía del PRM era de 22% y Abinader 35% en intención de votos. En el 2016, Danilo Medina marcaba mejor que el PLD con 40%, y Medina obtuvo 62%. En esa misma votación, el PRM marcaba 17% un año antes y Abinader 29%, obtuvo 35% en la votación.
En las elecciones del 2012, Medina arrancó con 16% menos que el PLD, registraba una simpatía de 46% y el PRD, 42%. Dos candidatos malos, Medina porque no conectaba e Hipólito Mejía, por errático, pero ambos con estructuras partidarias fuertes. El peso del Estado hizo la diferencia.
Leonel Fernández ganó en 2004 con 58%, el PLD había logrado 24% en las elecciones del 2000, su figura siempre fue más fuerte que el partido, como ocurrió con Medina en 2016 y con Abinader, que siempre marca mejor que el PRM.
La historia enseña que el candidato debe aportar al partido los votos que faltan para ganar pues el voto partidario no garantiza la victoria. Ese es el problema del PLD, ninguno de los aspirantes tiene más apoyo que el partido. Contrario a la FP y al PRM que sus candidatos virtuales, Leonel y Abinader, respectivamente, arrastran los partidos a una posible victoria.