La crisis del gas convierte al uranio en ‘objeto de deseo’ para los inversores

La marcha atrás de Europa en sus planes de cerrar los reactores para superar la escasez de suministro de petróleo y gas natural de Rusia ha disparado el precio de este material hasta un 47% en el último año.

1 septiembre 2022

La energía nuclear vuelve a estar en el foco de atención de las políticas energéticas de los países. La guerra en Ucrania y los problemas de suministros energéticos, ha provocado que se vuelva a poner el foco en esta apuesta por algunos países, lo que directamente está repercutiendo en los mercados con alzas en el precio del uranio, en acciones cotizadas ligadas al sector y en ETFs que recogen el comportamiento de la industria. El precio del uranio ha despegado un 47% en el último año.

No es casualidad. Todo tiene que ver con la recomposición energética que están haciendo muchas de las grandes naciones. Japón está dando a la industria de la energía nuclear una nueva oportunidad de vida. Es un punto de inflexión para la industria de este producto. El país nipón fue un consumidor clave hasta 2011, cuando cerró todos los reactores nucleares tras el mortal desastre de Fukushima Daiichi. Ahora, al enfrentarse a los precios altísimos de los combustibles fósiles y a una crisis energética global, el país quiere asegurar sus necesidades energéticas futuras y, por lo tanto, anunció la semana pasada que reiniciará varios reactores nucleares inactivos e incluso construirá otros nuevos.

El 24 de agosto, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció que su administración reabriría siete de los reactores suspendidos. Eso eleva el total del país a 17 reactores operativos (de 33 operables). El presidente, sobre este cambio de política, explicó que para superar la crisis inminente sobre el suministro de energía, debe «tomar las medidas necesarias para movilizar todas las políticas posibles en los próximos años y prepararnos para cualquier emergencia”.

El ministro de Economía e Industria de Japón, Yasutoshi Nishimura, está de acuerdo. “Es sumamente importante asegurar todas las opciones para rediseñar un suministro energético estable para nuestro país”, aseguró. Pero Japón no son los únicos que se están planteando ese cambio en la hoja de ruta. Ahora, Europa está dando marcha atrás en sus planes de cerrar los reactores nucleares para superar una grave escasez en el suministro de petróleo y gas natural de Rusia, según publicó ‘The Wall Street Journal’.

Ya este año, los medios informaron que Alemania está reconsiderando su decisión de cerrar sus reactores en medio de la escasez de gas. Bélgica planea extender la vida útil de dos reactores en más de una década, al mismo tiempo que India plantea construir un ‘megarreactor’ para impulsar su cambio del carbón a la energía limpia. Además, Francia está iniciando el planteamiento para la construcción de nuevas centrales a partir de 2028.

Estados Unidos recientemente pulió su sector nuclear con 30.000 millones de dólares en créditos fiscales para fomentar la adopción de este sector

Pero no se trata solo de dinero. A medida que más países se desplazan hacia las energías limpias, la energía nuclear segura, asequible y de cero emisiones se ve más apetecible cada año. Y, como ha puesto de relieve la guerra entre Rusia y Ucrania, los países modernos necesitan suministros de energía que generen confianza. Suministros que, para muchos, ahora están amenazados o extinguidos. La energía nuclear promete llenar estos vacíos a medida que llegan al mercado modelos más pequeños, más seguros y eficientes. Estados Unidos recientemente pulió su sector nuclear con 30.000 millones de dólares en créditos fiscales para fomentar la adopción de este sector. A medida que más países invierten capital en estas centrales de próxima generación, el potencial de poder y beneficios podría ser enorme.

Las compañías del sector se frotan las manos

Con este contexto, las claras ganadoras son las acciones de las empresas ligadas al uranio, que ya empiezan a ver importantes repuntes en los mercados. De hecho, la semana pasada se dispararon con las noticias procedentes de Japón. Una situación que podría prolongarse si los planes que hay ahora mismo sobre la mesa terminan cuajando. Algunos de los principales nombres de la industria son Minas Denison, que ha repuntado hasta un 15,7% en la última semana; Centrus Energy, que ha despegado un 15,7% en el mismo periodo de tiempo; Uranium Energy, con una revalorización en términos bursátiles del 14%; Ur-Energy, que ha avanzado sobre el parqué un 11,6% en las últimas 5 sesiones; o NexGen Energy que ha remontado en el mismo lapso temporal hasta un 11,2%.

El ETF Global X Uranium ha subido más de un 20% en la última semana. El aumento del fondo se produce en este mismo contexto. “Las compañías ligadas al uranio pueden seguir comportándose positivamente si los gobiernos de los principales países desarrollados apuestan por su utilización, como parece que han mostrado en sus intenciones”, comentan los expertos de Morgan Stanley en una reciente nota distribuida a sus inversores institucionales.

Mientras, el CEO del gigante de los vehículos eléctricos Tesla, Elon Musk, añadió más leña al fuego al hablar a favor de la energía nuclear. El sudafricano es un firme defensor de esta forma de generación energética y ha estado respaldando la necesidad de más centrales nucleares desde hace varios meses. Recientemente, tuiteó sobre la importancia de que los países aumenten la generación energética mediante esta vía. Eso sí, el empuje alcista de esta ‘commodity’, es posible que se vea aminorado, o suavizado, con el transcurso de los próximos meses. “El uranio es una materia prima importante para el camino sostenible de la independencia energética, la seguridad y la transición, aunque proyectamos que el precio del U308 se suavice hacia finales de año (corto plazo) y se eleve después de 2025 (mediano plazo), ya que la demanda debería superar el material suministrado en el mercado”, escribió Edward Morse, analista de Citi, en una nota reciente. La suerte ya está echada.

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